En numerosas ocasiones la naturaleza es protagonista de noticias tristes, como la reciente desaparición del rinoceronte de Java desde Vietnam, extinguido a manos del hombre. Otras pocas veces, en cambio, nos brinda auténticas historias de solidaridad y superación, como la de dos perros llamados Lily y Maddison.
Según cuenta el blog Planeta curioso , la vida de Lily, una gran danés de seis años, cambió radicalmente cuando quedó completamente ciega. Lily fue atropellada cuando era un cachorro . El accidente dañó sus globos oculares y el progresivo deterioro que sufrieron obligó a los veterinarios a extirparle los ojos.
Tras la operación todo parecía indicar que la calidad y esperanza de vida de Lily se reducirían en gran medida, hasta que Maddison, otro perro de siete años, entró en juego convirtiéndose en su 'lazarillo' particular.
Ambos canes, que se criaron juntos, son ahora inseparables. Según relata el diario británico Daily Mail, Lily ha desarrollado la habilidad de detectar la presencia de Maddison a su alrededor, quien orienta sus pasos, empujándola suavemente hacia la dirección que debe seguir. Además, los dos perros duermen juntos y se comunican a través de ladridos, que según la directora del centro canino del condado inglés de Shropshire, donde viven, son de un tono diferente al ordinario.
La ceguera no es el único problema de Lily. La pareja busca nuevos dueños, ya que los anteriores no podían seguir haciéndose cargo de ellos. A la dificultad de encontrar una familia que quiera acoger a un perro ya adulto y ciego, se une la de que los adoptados deben ser dos: separar a los dos compañeros sería imposible. Una historia de superación y solidaridad de la que muchos humanos deberíamos tomar ejemplo.
ABC, 27 de octubre de 2011
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