Nota de Tania Quintero.- La canción Eso que anda probablemente fue compuesta por Juan Formell a raíz de la epidemia de dengue hemorrágico que hubo en Cuba en 1981 y que ocasionara 158 fallecidos, entre ellos 101 niños. En internet no encontré ninguna entrevista donde Formell u otro músico de Los Van Van contara sobre los hechos o situaciones que motivaron a componer Eso que anda, uno de los números que aparecen en el disco que con el mismo título lanzara la EGREM en 1986, cuando ya habían pasado cinco años de una epidemia de dengue de la cual Estados Unidos fue acusada por el régimen de Fidel Castro de haberla introducido en la Isla. En 2010, el cineasta Ian Padrón realizaría un documental al que decidió titular Eso que anda y que recibiera un Premio Especial del Jurado en la Novena Muestra de Nuevos Realizadores. A continuación, el artículo publicado por Irina Echarry el 4 de marzo de 2010 en Havana Times.
Una gira nacional de Los Van Van fue el pretexto para hacer un recorrido por la vida de la agrupación mediante testimonios de fundadores, ex-músicos y actuales artistas de la banda. Con el llamado de Fidel a participar en la zafra de los diez millones, el reconocimiento público (en un programa de televisión con la presentadora Eva Rodríguez) de que ya se habían logrado 3 millones “y los otros siete van,” comienza el documental. En 1969, Año del Esfuerzo Decisivo, se funda la orquesta. Lo que para muchos es un cuento viejo o algo que ha pasado de generación en generación, ahora sus protagonistas ponen en duda que haya sido cierto".
"Van Van no debe su nombre a esa zafra, los diez millones no se dieron y la orquesta ha perdurado", dice Juan Formell, el director. César 'Pupy' Pedroso, no recuerda bien, pero cree que “se pensaba en Bang Bang, como el sonido de los tiros, luego Formell dijo que mejor era escribirlo con V.” El caso es que, para alegría de muchos, Formell tenía el oído atento al exterior, en un momento en el que apenas se escuchaba música foránea en Cuba.
Según el musicólogo Helio Orovio, Formell mezcló la guitarra de rockero con el changüí, la nueva canción (más conocida como Nueva Trova), los Beatles… y de todo eso salió una nueva sonoridad. En el documental intervienen también con sus opiniones Tony Pinelli, Pablo Milanés, José Luis Cortés, El Tosco. Cada uno ensalza a la orquesta, cuenta un pedacito de la historia y reconoce que, aunque otras muchas buenas agrupaciones han surgido, Van Van ha sido la que más tiempo ha estado en la preferencia del público.
Armandito Cuervo, ex cantante que puso a tararear y bailar a toda Cuba con El guararey de Pastorita cuenta que disfrutó y gozó en esa época, que fue la mejor de su vida, además de una gran escuela.
Cuando se dice Van Van, nos viene a la mente la imagen de un negro apuesto con bigote, sombrero de ala ancha y una voz impactante. Es Pedrito Calvo, símbolo de Van Van. Pedrito habla sobre su vida en la agrupación: “Nosotros éramos populares porque estábamos con el pueblo, donde hubiera que ir, ahí estábamos. En el campo, haciendo giras, sacrificándonos. Y siendo la más popular, la orquesta no tenía poder económico ninguno. Cobrábamos un salario como todo el mundo, ni más ni menos.”
Luego llegó un momento en que todo cambió. Ya no bastaba con ser popular, había que tener dinero para sobrevivir. Pero Van Van podía hacerlo, solo que algunos músicos prefirieron marcharse (por diferentes razones) y hacer carrera por su cuenta. Con la salida de Pupy y Pedrito, comienza otra vida para la agrupación.
En los 90 hubo un boom de orquestas de música popular bailable que implantaron un estilo en cuanto a imagen y a música. Entonces Formell, arriesga todo y cambia el formato de los Van Van. Aparecen nuevos cantantes, se incorpora, por primera vez, una mujer. La música comienza a ser más fuerte. Pero no mermó su poder de convocatoria. La gira por las diferentes provincias del país lo demuestra, miles de personas esperando por ellos para bailar y divertirse. Mientras los músicos, siempre contentos, desafían las incomodidades de los viajes, los desperfectos eléctricos o las inclemencias del tiempo a base de rumba improvisada y risas cómplices.
¿Qué será lo que tienen, qué será? ¿Qué será lo que tienen los Van Van? El estribillo se repite sin cesar, jóvenes y viejos se preguntan sin dejar de mover las caderas. Para otros músicos, lo que tiene Van Van… es Juan Formell.
Un Formell que, como todo buen trovador, es cronista del presente y el pueblo, al sentirse reflejado en las letras y encontrar un ritmo sabroso para bailar, se apropió de las canciones de inmediato. Un Formell que reconoce estar cansado, enfermo, que ha dejado la dirección del grupo a su hijo Samuell, en quien confía plenamente. Él sabe que lo que ha colocado a Van Van tanto tiempo en la preferencia del público es la comunicación que establece la orquesta con sus bailadores.
Uno de los logros de la obra de Ian Padrón es la naturalidad. Durante algo más de una hora, Formell habla de su salud, recuerda los comienzos de su carrera, rinde homenaje a Benny Moré en su tumba, reafirma su pasión por los Beatles, sus ruegos a la Virgen de la Caridad del Cobre, habla con la gente en la calle, con la sencillez de quien sabe que tiene todo a su favor.
Un documental que registra la historia de la orquesta más popular de Cuba, eso que anda desde hace cuarenta años y que no tiene intenciones de parar. La cámara se coloca en el público para admirar a los artistas, para ver disfrutar de cerca a los eufóricos bailadores y para captar las broncas y las respuestas de los policías para apaciguarlas. Nada se le escapa, como a los ojos de cualquier espectador.
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