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viernes, 23 de octubre de 2015

Rubén Blades, un sabio muy ocupado


Rubén Blades (Ciudad de Panamá, 1948) se sienta frente a tres periodistas como si estuviera ante una corte que le va a examinar de una asignatura de la que es un maestro. Tranquilo, serio y con la mirada astuta del que se las sabe todas. Sus compañeros de rodaje le tildan de 'sabio'. Y de lo que no conoce, pregunta, investiga, aprende.

Poco a poco va desgranando detalles de su trabajo en Fear The Walking Dead, donde interpreta a Daniel Salazar, un refugiado de El Salvador que vive en Los Ángeles en el momento en el que se desata un apocalipsis zombi. "Mi personaje es un superviviente. Nuestras reacciones están establecidas por exigencias morales. Cuando estás en una emergencia, todas esas exigencias desaparecen".

Está a gusto y sabe cómo captar la atención de los reporteros. Durante una hora, sentado frente a una mesa en un set de rodaje a las afueras de Vancouver, donde graba la serie, la conversación acaba dirigiéndose hacia los amigos ausentes, como García Márquez o Paco de Lucía, y hacia sus otras pasiones: música (no solo salsa), literatura, política o su colección de más de 15 mil cómics.

Neal Adams, "uno de los mayores creadores de cómic", le puso su nombre a un villano de una entrega de Batman y, pese a haber sido ministro de Panamá, haber grabado más de una treintena de discos con artistas tan dispares como Gustavo Dudamel, Bob Dylan o Sting, haber participado en películas con Robert Redford o Jack Nicholson y estar ahora inmerso en una de las sagas televisivas más reconocidas de la cultura popular, esa aparición mínima, el hecho de que un personaje clásico de los tebeos como Batman cite su nombre en una conversación, es de las cosas que más satisfacción le ha dado.

"Me compré una decena de ejemplares, estamos hablando de Batman, lo mejor de lo mejor", dice. Blades, aunque su nombre debería pronunciarse Bleids, ya que el apellido viene de un abuelo inglés ("es tarde para arreglarlo", dice), no hace más que recibir elogios de sus compañeros de reparto. Dicen que es una leyenda, una enciclopedia y que tiene mucho talento. El músico ríe y pone ejemplos para desmontar esas loas.

"Una vez me invitaron a tocar en Nueva Orleáns y el título del concierto era Leyendas Vivientes del Jazz. Les escribí de vuelta, les di las gracias, pero les dije que solo estaba cualificado con una parte…¡viviente! Solo dicen que soy una enciclopedia porque leo mucho. Junto a mi cama tengo dos montañas de libros. Ahora estoy con Borges, que no mucha gente sabe que también era un poeta. Así que leo uno de sus poemas y luego escribo uno yo basado en el suyo o hago una reinterpretación. A veces lo mezclo con lo que he escrito. "Sé más de lo que sé. Puede que conozca cosas que son totalmente inútiles, pero oye, ¡no me importa!", reconoce Blades.

El artista acaba de publicar un disco, Son de Panamá (entre otros números, canta el bolero Me recordarás, del cubano Frank Domínguez), pero anuncia que prepara otros cinco a la vez.

"Ahora tengo el tiempo para hacerlo. Según envejeces, descubres que tienes más pasado que futuro, tienes que empezar a organizar tu tiempo. No puedes decir, lo haré mañana. Llegas a una edad en la que tus amigos comienzan a morirse". Blades lo dice y lo siente profundamente por su amigo Paco de Lucía. "Iba a grabar un disco con él, que en paz descanse, y murió de pronto. Su fallecimiento me golpeó de forma muy dura, porque mi recuerdo de Paco es de estar con él en Puerto Rico, hablando toda la noche, con su hijo y su mujer, feliz, con la banda. Ese álbum no tuvo lugar y, con Paco en mi cabeza, pienso que quiero hacer todos los discos que pueda ahora y después ya tendré tiempo para hacer otras cosas".

Blades dice haberse organizado, pero sin tener manager. "He hecho muchas cosas, algunas raras, así que prefiero no tenerlo. Es un problema, pero me da el placer de vivir". El cantante lo ejemplifica con dos de las cosas que le han tenido ocupado en la última década.


Entre 2004 y 2009 fue ministro de turismo de Panamá (anteriormente se había presentado a presidente en 1994, cuando quedó en tercer lugar con el 20% de los votos). "Estuve cinco años en el Gobierno. ¿Qué hace un manager ahí? Estoy al cargo de 444 personas, ¿qué va a decirme? Pues lo que va a decir es 'no hagas eso porque entonces no voy a conseguir mi 10%, lo que tienes que hacer es cantar y hacer películas". También recuerda que fue a la facultad de derecho de Harvard, donde se licenció. "¿Crees que un manager va a decir 'estudia y pierde dos años más'?".

Algunos medios panameños publicaron a principios de año que Blades se iba a volver a presentar a la presidencia en 2019. El artista dice que lo está pensando, pero que de momento solo prefiere concentrarse en pensar y proponer "un nuevo enfoque, un nuevo paradigma para la administración pública. Lo importante es la credibilidad, que cuento con un poco, y saber cuánta gente estaría interesada en cambiar la constitución y las leyes. La gente quiere la tortilla, pero que no se rompan los huevos", dice.

De momento le espera el posible éxito que Fear The Walking Dead le pueda proporcionar. Él está curado de espanto, pero igual le quitará más tiempo de acabar colecciones de cómics o de volver a la carretera a presentar su nueva música. Cualquier cosa será bienvenida para ser más sabio y seguir vivo.


Álvaro P. Ruiz de Elvira

El País, 5 de agosto de 2015

Video final: Rubén Blades con la Spanish Harlem Orchestra en la edición de 2004 del Heineken Jazzaldia o Festival de Jazz de San Sebastián, que desde 1966 se celebra en el País Vasco, España.

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