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viernes, 3 de julio de 2015

La nueva moda: lucir la bandera americana



En La Habana, el descongelamiento diplomático entre Estados Unidos y Cuba vino acompañado de un inesperado despliegue de banderas... americanas.

Las barras y estrellas aparecieron en edificios y bicitaxis. Se lucen en camisetas y pañuelos. Sobre las lycras, como las cubanas llaman a los leggings, las barras se enroscan en más de una pierna.

"Estoy viendo cosas que nunca creí ver en Cuba", dijo un hombre de mediana edad, mientras mira los pantalones-bandera de una joven. La mujer, que se negó a dar su nombre y no quiso hablar del símbolo de una nación que sigue enemistada con Cuba en muchos temas, dijo que era un regalo de una amiga que sabe de su afición por la cultura pop norteamericana.

"Es moda y nada más. No es una declaración de principios", se apresuró a dejar en claro la joven, en un país donde cualquier oposición abierta al gobierno levanta sospechas o algo peor.

Pero hay un lugar donde la bandera todavía no aparece: el asta de la delegación diplomática conocida como Sección de Intereses, que fue embajada hasta que ambos países rompieron relaciones en 1961.

El 17 de diciembre de 2014, luego de anunciar su intención de avanzar en el restablecimiento de relaciones diplomáticas, Washington y La Habana siguen debatiendo cuándo y cómo reabrir las embajadas.

Durante la Cumbre de las Américas en Panamá, Barack Obama y Raúl Castro mantuvieron la primera reunión formal entre líderes de las dos naciones desde 1959. El encuentro se llevó a cabo sin la colocación de banderas.

Diplomáticos de uno y otro lado dijeron que esperan que, llegado el momento, las banderas puedan flamear en sus respectivas misiones diplomáticas. En las últimas semanas se han realizado trabajos de mantenimiento del asta ubicada en el exterior de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, frente al Malecón de La Habana, como anticipo de la reaparición oficial del pabellón estadounidense en más de medio siglo.

Pero más allá del devenir diplomático, el hecho de que tanta gente exhiba tan literalmente su fervor, demuestra que los cubanos nunca perdieron su amor por Estados Unidos, a pesar del controvertido embargo comercial y las décadas de hostilidad política.

Cuba ya pasó por otras oleadas de manía por banderas extranjeras. La bandera británica fue furor durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Los analistas de tendencias aseguran que ahora lo que proliferan son las prendas de ropa con la bandera de Estados Unidos, para consternación de más de uno en el gobierno cubano.

El año pasado, un artículo en el sitio oficial Cubadebate, criticaba esa moda como una forma de 'imperialismo cultural'. "Me duele ver cubanos arropados en la bandera norteamericana. Mi mente no lo acepta", comentaba una persona.

Considerada por muchos un símbolo de libertad, una prenda con la bandera también puede venir con un tufillo a contrabando. Los consumidores dicen que son introducidas de contrabando desde Florida o Panamá, y que a pesar del impulso que últimamente ha dado Cuba a los emprendedores, su venta está prohibida..

Así que parece que son numerosos los cubanos que tienen parientes y amigos amantes de la bandera americana que viven en el exterior. Como un mecánico de autos con una camiseta que dice I Love USA; un chico con un short-bandera caminando por una calle del interior de la isla o una adolescente engalanada de pies a cabeza con las barras y estrellas.

Algunos disidentes creen que la ropa con la bandera norteamericana es un grito que pide cambios, pero en general, los cubanos nunca dejaron de ser amistosos con los visitantes estadounidenses. Ni han dejado de seguir la música y el deporte de Estados Unidos. Muchos están dispuestos a hablar del béisbol de Grandes Ligas y a pasarse pen drives con las últimas series y películas Made in USA.

Sea o no una fugaz declaración en forma de moda, este estallido de banderas probablemente no se habría extendido tanto cuando Fidel Castro, que hoy tiene 88 años, estaba al mando del gobierno.

Desde el comienzo de la revolución cubana y hasta una reciente carta en la que deploraba las sanciones norteamericanas contra varios funcionarios venezolanos, Fidel ha tenido una relación de enfrentamiento mucho más frontal con Estados Unidos. Y el único flamear de banderas que entonces Estados Unidos inspiraba, eran las masas de cubanos que agitaban banderas de Cuba en las marchas contra el "imperio". Pero esas manifestaciones perdieron fuerza en 2006, cuando Raúl Castro reemplazó a su hermano enfermo.

Las decenas de astas con banderas cubanas que Cuba erigió hace unos años junto a la Sección de Intereses, para impedir que se pudiera ver la propaganda del gobierno estadounidense, ya no existen.

Artículo de Randal C. Archibold, de The New York Times, publicado en La Nación el 15 de abril de 2015.










Todas las fotos fueron tomadas de internet.

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