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lunes, 1 de abril de 2013

Los chivatos: la lección no aprendida de la Primavera Negra



En abril de 2003, una docena de agentes infiltrados en las filas de la disidencia y el periodismo independiente fueron 'quemados' por el Departamento de Seguridad del Estado. Como trofeos de guerra, los presentaron en la pantomina de juicios preparados contra los 75 opositores arrestados entre el 18 y 20 de marzo en toda la isla. Hace dos años, varios topos fueron nuevamente destapados.

La labor de zapa de todos estos chivatos se hace sentir en la disidencia interna, pero su objetivo principal es el 'enemigo'. Que en realidad son dos: los americanos y los exiliados cubanos, en particular los residentes en la Florida.

El G-2 le tiene bien cogidas las medidas a unos y otros. Por lo regular hace diana, porque los americanos y los exiliados suelen estar en babilonia o en la luna de valencia, que es lo mismo. Y cuando alguien les advierte "ten cuidado con fulano o mengana", responden: "Es que ustedes los cubanos son paranoicos". Y suavemente se los introducen, hasta el tuétano.

Y como a los infiltrados les orientan que al 'enemigo' le cojan todo lo más que puedan, los despluman. Si usted es americano o un exiliado cubano, desconfíe cuando un opositor, periodista independiente o bloguero alternativo, siempre le esté pidiendo dinero o cosas, sean equipos, 'gusanos' repletos de ropa, medicinas, alimentos...

Los chivatientes son tremendos pedigüeños. Piden de todo, en grandes cantidades. Otra debilidad de los soplones son las fotos y videos, mientras más mejor. Es la prueba de que lograron hacer guara con el 'enemigo'. O sea, con los americanos y los exiliados cubanos, en particular los de la Florida. También se la pasan dejando comentarios en blogs y, por supuesto, en las redes sociales, donde son punto fijo.

Han pasado diez años y no solamente no hemos aprendido la lección, si no que ahora supuestos anticastristas vienen con el mismo cuento del régimen, que le dice a sus periodistas y a sus funcionarios que no pueden hacer críticas, no pueden destapar la caja de los truenos, hay que esconder los trapos sucios y meterlos debajo de la cama. "No le podemos dar ese gusto al enemigo", dicen. Y así llevan 54 años, haciendo antiperiodismo, para que el 'enemigo' no se entere de lo malo. (Y el 'enemigo' muchas veces ni se entera, suelen estar en babilonia o la luna de valencia, que es lo mismo).

Los supuestos anticastristas dicen que si opinas libremente y criticas a alguien, sea del régimen, de la disidencia o el exilio, 'le haces el juego al enemigo'. "Vaya, carajo, se ha visto cosa, confundir la malanga con el ñame", decía mi tío Avelino, un guajiro que vino a La Habana en 1952 (yo tenía diez años) y dijo que más nunca volvía. Y no volvió. Murió a los 97 años, donde siempre vivió, en las lomas del Escambray.

Arreglados estamos, si seguimos esos consejos, los del régimen y de los supuestos anticastristas. Que quieren que todo se se pinte color de rosa. Que se hable solo de lo bueno, bonito y sabroso. Que se ensalze lo light, como esa disidencia que le cuadra al régimen. Y al parecer, a algunos anticastristas también.

Estaba terminando de redactar este trabajo, cuando en El Nuevo Herald leo que Yoani Sánchez en el Congreso de Estados Unidos había dicho: "Hace diez años me quisieron callar". No sabía que en Zürich, donde ella vivió desde 2002 hasta mediados de 2004, no la hubieran dejado hablar. Porque si ella hubiera querido hablar, escribir, gritar o convocar a una manifestación (previo permiso a la Polizei), para denunciar lo que estaba ocurriendo en Cuba, lo hubiera podido hacer. Suiza es uno de los países más libres y democráticos del mundo. Semejante 'guayaba' y nada menos que en el Congreso de Estados Unidos pudiera ser inscrita en el Libro Guinness de los Récords.

Iván y yo vivimos dentro de aquella vorágine represiva, y aunque en cualquier momento esperábamos que nos vinieran a buscar, no dejamos de reportar desde La Habana. En algunos sitios, como el de la SIP, donde colaborábamos desde 1999, al principio, para protegernos, publicaron los trabajos sin nuestros nombres, pero Iván y yo les dijimos que los pusieran. En internet se localizan trabajos de aquellos días, solo voy a poner el link de uno, porque su contenido guarda relación con este post: El agente Miguel, publicado en Cubaencuentro el 7 de mayo.

Como nosotros sí estuvimos en la candela, y no viéndola desde Zürich, tenemos moral y dignidad para contarlo como lo hemos contado en estas tres crónicas: Cómo viví la Primavera Negra, Aquel 18 de marzo de 2003 y Cuando Fidel Castro quiso desmantelar la disidencia, que salió sin su nombre en Martí Noticias, pero es de Iván García.

Tania Quintero
Dibujo: Tomado del blog Entre moros y cristianos.

3 comentarios:

  1. Buenos días, le soy sincera, no estoy muy al tanto de la disidencia en la isla, durante muchos años preferí olvidarme de mi lugar de nacimiento, demasiado dolor para estar recordando, pero me he ido poniendo al día en algunas cosas, por supuesto que no conozco a Yoani personalmente, y apenas he leído cosas suyas, pero hay algo que no me acaba de gustar de ella, es como mi portero, cubano, pero que no acaba de definirse, siempre intenta esquivar ciertas verdades.
    Saludos,

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  2. Y ayer ya pidió levantamiento del embargo en el banquete y frente a los familiares de Hermanos al Rescate, qué te puedo decir...

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  3. porque no pedir el levantamiento del embargo? este ha sido y continua siendo una desculpa para FideL y su regime...........no entiendo como critican Yoani por este tema......habra outros temas a criticar.

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