Por Isabelle Eichenberger
Trescientos años después de su nacimiento en Ginebra, el 28 de junio de 1712, el filósofo y escritor Juan Jacobo Rousseau aún es objeto de un verdadero culto en todo el mundo. El autor sigue siendo editado, comentado y traducido.
Francia, Italia, Inglaterra, Rusia, Estados Unidos, Brasil, Benín, China, Japón… No se trata de un sorteo de fútbol sino de una lista –no exhaustiva- de los países que le rendirán homenaje al «ciudadano de Ginebra» a través de innumerables manifestaciones. No es producto del azar que el filósofo y escritor esté inscrito en el registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
"Rousseau es uno de los autores occidentales más conocidos en Japón, donde casi todos sus escritos fueron traducidos desde finales del Siglo XIX. Actualmente, si consideramos a los candidatos doctorales y los investigadores independientes, podríamos afirmar que al menos 50 nipones centran su trabajo en el ginebrino, y cuatro, en particular, participan en las nuevas Obras completas", dice Takuya Koyabashi.
Este japonés, poseedor de un doctorado especializado en el Rousseau botánico, agrega: "Nos interesa también el carácter casi budista que tiene su identificación de la naturaleza y el universo que encontramos en las Ensoñaciones", puntualiza. Cabe destacar que uno de los más grandes especialistas en la música de Rousseau, Yoshihiro Naito, es también de origen japonés.
“Cada año se publican tantos libros y trabajos sobre Rousseau como sobre Shakespeare, y superan en número a los dedicados a su gran rival Voltaire. Los estudiantes se sienten cautivados por el aspecto autobiográfico de sus Confesiones y por obras como el Discurso sobre el origen de la desigualdad, que aún es de gran actualidad. Rousseau fue el fundador del pensamiento moderno, ¡pero con La nueva Eloísa se convirtió también en el primer autor de best sellers de la historia!”, declara Frédéric Eigeldinger, profesor jubilado de la Universidad de Neuchâtel, en la Suiza francesa.
Martin Rueff, profesor de la Universidad de Ginebra, pondera: “Hay pocos escritores tan precisos en las descripciones, tan profundos en la construcción y tan elegantes. Las cualidades de su escritura son un estímulo para los estudiantes”.
Y existen al menos dos razones adicionales de peso para leer a Rousseau, añade Rueff : “La calidad de sus descripciones, ya que supo percibir en la sociedad en la que él evolucionaba ciertas alienaciones que sus contemporáneos no consiguieron ver, e incluso fue capaz de anticiparse a las alienaciones que nos corresponderían a nosotros. Y posee una calidad extraordinaria en sus construcciones teóricas (que cuentan) con hipótesis que son válidas hasta el día de hoy”.
Autodidacta brillante, Rousseau abordó toda clase de temas y aportó sus pensamientos en los más diversos dominios: filosofía, pedagogía, poesía, botánica o música. Su reflexión sobre la naturaleza del poder y los sistemas de gobierno aún están vigentes. Y portadora del germen de la Revolución Francesa, (dicha reflexión) le valió la persecución y el exilio. El Emilio y el Contrato Social, quemados en la plaza de Ginebra, aún son material de debate.
Pero la faceta de Rousseau como escritor es posiblemente la que convence a casi todos. La escritura de este enamorado de la naturaleza presenta una calidad descriptiva novedosa. Y su prosa desbordante de sensaciones visuales y auditivas proveerá el lenguaje necesario al desarrollo de la poesía del siglo siguiente. Tanto, que de hecho se le considera el padre del romanticismo que nacía entonces en Europa.
Es verdad que Rousseau no siempre es de fácil acceso para los más jóvenes. Pese a ello, Marie-France Puro, profesora del Colegio de Ginebra, lo incluye cada año en su programa. “En general, mis alumnos tienen prejuicios desfavorables porque Rousseau les parece muy lejos de sus inquietudes. Necesito allanar el terreno y mostrarles que el autor de Confesiones pone en la escena a un joven de su edad. Es un viejo que se inclina con ternura sobre el joven despreocupado que fue, pero que se burla también de él”, explica.
“Cierto número de alumnos terminan por entrar a esta escritura, emparentada con la novela de formación y aprendizaje”. Pero, añade Marie-France Puro: “Se sienten irritados con ese lado puritano que tiene con respecto a las mujeres, y más aún con ese lado egocéntrico y un poco furioso del escritor, ya que los rebasa”.
Aceptándose ella misma “molesta por la ambivalencia de Rousseau frente a las mujeres”, Marie-France Puro se reconoce simultáneamente “conmovida por su humanidad, por su valentía al hablar de sus dificultades íntimas”.
Para Frédéric Eigeldinger, el “egocentrismo” de Rousseau es su gran originalidad porque “inventó la introspección y la confesión” que posteriormente generó émulos en la escritura autobiográfica de Francia (Chateaubriand o George Sand) y de Suiza (Henri-Frédéric Amiel). Y fue un género literario que ofreció, desde la aparición del psicoanálisis, un inagotable campo de investigación.
Hay un aspecto de la vida de Rousseau que divide a los expertos literarios: su sinceridad -que algunos acusan de “embuste”- con respecto al abandono de sus cinco hijos a la asistencia pública. Martin Rueff muestra su interés sobre dicha sinceridad desde un punto de vista más teórico (lo que implica contar su vida) que factual (si mintió o no). “Creo que Rousseau fue sincero, pero como nosotros, se vio atrapado en las contradicciones de la existencia. Fundamentalmente, fue alguien que no se engañó a sí mismo y eso tiene un valor inestimable”.
Es un hecho que Rousseau sigue siendo muy leído. Sus libros se venden aún en las librerías y tiene presencia en innumerables webs y blogs en internet.
Creado en 1994, el sitio ATHENA, de la Universidad de Ginebra, fue uno de los primeros en editar online los grandes textos de Rousseau. Su creador, Pierre Perroud, confesó que solo la edición de Confesiones le llevó dos años de trabajo. “El sitio registra un millón de conexiones al mes. El discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres ha recibido miles, e incluso, millones de solicitudes”, se enorgullece Perroud, quien agrega que hoy la oferta de obras digitales se ha ampliado considerablemente.
Swissinfo en Español, 28 de junio de 2012
Traducción: Andrea OrnelasVer también: Ensoñaciones de Rousseau en Suiza.
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