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viernes, 29 de julio de 2011

La Habana, sede de carreras ilegales (y legales) de autos


Por Iván García, La Habana

Cuba tiene una tradición de competiciones automovilísticas de más de un siglo. La primera carrera se celebró en 1903, pero el rally más sonado tuvo lugar en La Habana en 1957. No por los récords, si no por haber sido secuestrado el más famoso participante, el corredor argentino Juan Manuel Fangio. Un secuestro político, realizado por seguidores de Fidel Castro.

Más recientemente, el 30 enero de 2011, pilotos de autos clásicos se prepararon para disputar una competencia oficial de velocidad en la Marina Hemingway, en las afueras de la capital, pero debido a desórdenes del público asistente quedó inconclusa. Puede que los participantes de la carrera que vamos a contar desconocieran tales antecedentes.

Lo cierto es que el lugar escogido para este rally ilegal parecía un set del filme Fast and Furious.
Ya de madrugada, la Autopista que corta en dos el villorrio de El Calvario, al sur de La Habana, se fue llenando de motos y coches repletos de pegatinas coloridas y fanáticos a las carreras de automóviles.

Cuatro coches policíacos Geely, de fabricación china, se emplazaron en lugares estratégicos para velar por el orden. Chicas vestidas con sayas muy cortas se rifaban a los conductores de los autos más espectaculares. Y no pocos curiosos, entre cerveza clara y música de reguetón subida de tono, hacían fuertes apuestas.

Esta Fórmula-1 a la cubana es ilegal. Aunque los asombrados choferes que transitaban por la Autopista bien podrían haber pensado que las carreras de autos entraban en el paquete de derogaciones aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista, al ver la celosa protección policial. Incluso se cerró un tramo de la vía para evitar accidentes.

Las carreras clandestinas de coches o motos no son nuevas. Se vienen haciendo desde hace unos veinte años en tramos diversos de la Autopista Nacional, amplia y con buenas condiciones para correr velozmente. También en vías dentro de la propia ciudad, como las Avenidas 26 o 31.

En la competencia que tuvo lugar en las inmediaciones de El Calvario, la mayoría de los coches eran Lada, Fiat o BMW anticuados, pero con adaptaciones que les permitían alcanzar velocidades superiores a los 190 kilómetros por hora.

También hubo una lid de habilidades acrobáticas. Un tipo con una gorra azul de los Yankees de Nueva York, fue el ganador, al efectuar numerosos giros de 180 grados a gran velocidad.

Luego se emparejó el match de carreras a una distancia de 600 metros. Tras dos horas, uno de los 'patrocinadores' le regaló 10 pesos convertibles (12 dólares) a cada uno de los ocho policías que velaron por la tranquilidad de la prohibida competencia.

La cerveza y un buen refrigerio estuvieron igualmente garantizados para los agentes del orden. En cuestión de minutos se desmontó el tinglado. Los coches policiales volvieron a lo suyo. Y los ganadores de las carreras partieron jubilosos y ebrios con algunas de las chicas que siempre están presentes en los sitios donde corre el dinero.

Foto: Getty Images. De la carrera el 30 de enero de 2011 en la Marina Hemingway, en las afueras de La Habana.

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