Por Iván García
Luego de varias semanas emitiendo toda clase de opiniones, comentarios y especulaciones en internet, sobre la supuesta demolición del Hotel Internacional de Varadero, con fecha 18 de octubre, el sitio 20 Minutos Cuba publicaba la siguiente nota:
“Realmente se ha entendido mal un mensaje de las autoridades y es lamentable que un rumor pueda influir en la decisión de muchos turistas que nos han llamado alarmados por la noticia. El hotel no se va a demoler y todo es parte de una falacia inventada para llenar titulares quienes no quieren bien a nuestra isla y se dedican a destilar veneno en sus informales blogs", afirmó Luanys Morales, portavoz de la cadena Gran Caribe, que administra el hotel desde hace siete años.
Pese al desmentido, al parecer oficial, un mes después, una declaración de la sección cubana del Comité Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, por su sigla en inglés) y firmada por su presidente, el arquitecto José E. Fornés, corroboraba los rumores que venían circulando, acerca de la intenciones de demoler el Hotel Internacional de Varadero y las Cabañas del Sol, instalaciones consideradas “parte del patrimonio moderno cubano y caribeño”, que marcaron un hito en la arquitectura nacional, por su avanzado diseño y su integración visual con el mar y el paisaje.
“Nací en Matanzas y antes de la revolución, cuando llegaba el verano, mi familia alquilaba una casa en Varadero. A mis padres les gustaba ir al cabaret del Hotel Internacional y a los niños, tomar helado en su cafetería. Entonces, una familia trabajadora, como la mía, podía darse esos 'lujos'. He sentido una mezcla de tristeza e indignación cuando me dijeron que iban a demoler el Internacional”, dice Teresa, 67 años, ya jubilada y residente en la capital.
En un foro de internet, Armando Fernández asegura: “Pues sí, lo van a demoler. Y no sólo el Internacional que es un hotel emblemático de Varadero, sino las cabañas que en su época fueron premio de arquitectura nacional. Tomaron la decisión sin consultar a nadie. Estoy de acuerdo en que existen inversiones importantes que deben realizarse, pero no a expensas de lo que es un símbolo de identidad del territorio”.
Hace 60 años, el 24 de diciembre de 1950, quedaba inaugurado uno de los hoteles de los cuales los cubanos se sentían más orgullosos: el Internacional de Varadero. Hasta mediados de los 80, cuando Fidel Castro decidiera desarrollar a todo gas el turismo como una de las principales fuentes de divisas, era el hotel preferido por los extranjeros que visitaban la playa de Varadero, la más famosa de Cuba, a unos 140 kilómetros al este de La Habana.
Obra del arquitecto cubano Ricardo Galbis, en su construcción participaron 300 obreros. El 90% de los materiales fueron traídos de Estados Unidos. Su costo ascendió a tres millones y medio de pesos, entonces equivalente a la misma cantidad en dólares. Constaba de 163 habitaciones y un Penthouse (apartamento en el último piso) y en su lobby se encuentra un mural del pintor español Hipólito Hidalgo de Caviedes.
Cuando el Internacional se inauguró, Varadero contaba ya con 17 hoteles, entre ellos el Kawama, Miramar, Torres, Playa Azul y Varadero, el más viejo, de 1915. En la década del 50, además del Internacional, se construyeron el Oasis, Imperial y Astoria, entre otros. Le siguieron el Siboney, Cactus, Bella Costa, Paradiso, Puntarena y villas turísticas como Los Cocos, Tortuga y Cuatro Palmas.
“El verdadero boom hotelero y turístico comenzó en 1990, con la construcción del Meliá Varadero, Sol Club Las Sirenas, Sol Palmeras, Brisas del Caribe y Meliá Las Américas. Y a partir del 2000, con el Barceló Solymar, Palma Real, Las Morlas y el Sandals Royals Resorts Hicacos & SPA”, afirma Roberto, 47 años.
Vinculado al turismo desde muy joven, Roberto está al tanto de la polémica. Desconoce el origen de los rumores, pero descarta que sea para construir campos de golf, por problemas medioambientales o el descubrimiento de petróleo en la zona. “Confío que el gobierno no derribe el Internacional, nos dolería mucho”.
Varadero sigue siendo el primer destino turístico de sol y playa en la isla. Con más de un millón de visitantes anuales, aporta alrededor del 30% de los ingresos en el sector. Según Roberto, los 'varaderienses' no sólo tienen uno de los mayores niveles de vida del país, “también son muy apasionados a la hora de defender su patrimonio”. Como el Hotel Internacional de Varadero.
Han acabado con todo. No me extrañaría. Iván siempre toca los temas necesarios, y sin tanta alharaca.
ResponderEliminarVan a demoler, con los años han creado un sistema de aislamiento con los pocos particulares que quedan en cabañas del sol. Las cabañas estan elaboradas de piedra jaimanita, solo que dejaron abandonado todo por 20 años, mientras continuan construyendo edificios hoteleros de peor calidad. Canadienses y español ss eran muy fanaticos a este sspacio, ahora después de tantos años, quieren demoler cuando esas cinstrucciinss duran centurias como las fortalezas de cuba ytodas las casas que se han levantado con las mismas piedras.
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