Todas las imágenes fueron realizadas en 1959 en La Habana. Las once primeras fueron tomadas por Joseph Scherschel y la última por Grey Villet, los dos fotógrafos de la revista Life, ya fallecidos (Tania Quintero).
Alegremente, habaneros manifiestan su apoyo a los juicios públicos y los fusilamientos. El más masivo de todos fue el efectuado en el Palacio de los Deportes al excapitán del ejército batistiano, Jesús Sosa Blanco condenado a la pena de muerte. El fiscal de ese juicio fue Jorge 'Papito' Serguera, fallecido en 2009.
Mientras en La Habana la gente pedía "paredón, paredón", en Santiago de Cuba se acopiaban cajas de sidra para la boda de Raúl Castro con Vilma Espín.
A pesar del status guerrillero de los dos, ella prefirió casarse de blanco, como manda la tradición. El novio de verde olivo, boina negra y brazalete del 26 de Julio.
Primeros prisioneros políticos. Parecen encontrarse en el patio de la antigua Prisión de La Habana, en el Castillo del Príncipe. ¿A quién estaría fotografiando ese detenido?
Otra instantánea de la misma prisión, con unos custodios desarmados y bastante relajados.
El rebelde, con gorra de plato de las usadas por los militares batistianos, saborea con las manos un menú que ya muchos cubanos hoy quisieran poder comer en sus casas.
Joven habanera con una inusual combinación: uniforme verde olivo, zapatos bajos de vestir y un rifle casi de su tamaño, que por la forma en que lo sostiene, no debe saber tirar con él.
Miembros del Ejército Rebelde, cada cual uniformado a su manera, con un "look" no muy diferente al de los talibanes afganos.
Uno de los tantos extranjeros seducidos por la lucha armada en la Sierra Maestra. En este caso un americano, Paul Hughes, expiloto de la fuerza aérea de Estados Unidos que desertó para ayudar a Fidel Castro y su ejército rebelde.
Enero de 1959. El presidente Manuel Urrutia con Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara, a quien ya le decían Che, pero cuya imagen todavía no recaudaba dinero.
El 16 julio de 1959, Urrutia era acusado de "traidor" por Fidel Castro ante las cámaras de televisión. Los argumentos esgrimidos son escuchados con elocuente satisfacción por Camilo Cienfuegos y Raúl Castro, presentes en el estudio.
El doctor Manuel Urrutia gozaba de respaldo popular, como evidencia esta foto tomada en enero de 1959 frente al Palacio Presidencial.
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