De las miles de fotos que sobre Cuba y su capital en 1959 actualmente en internet se pueden localizar, me quedo con estas fotos encontrados en los archivos de la revista LIFE.
Por Tania Quintero
El actor Alec Guinness (izq) durante el rodaje de la película Nuestro Hombre en La Habana.
La actriz Ingrid Stevens por calles habaneras, en una
escena del filme inspirado en la novela homónima del
escritor inglés Graham Greene.
Si las dos fotos anteriores, de Peter Stackpole, pudieran clasificarse
de ficción, las siguientes pertenecen a la realidad vivida a partir de 1959. Son también de los archivos de LIFE, pero de diversos autores.
Mientras Fidel Castro da una conferencia de prensa, uno de sus ayudantes lee el periódico Prensa Libre. Foto: Grey Villet.
Marcha "pacífica" por el Parque Central. Foto: Grey Villet.
Estado en que quedó una de las habitaciones del Palacio Presidencial, hoy sede del Museo de la Revolución.
Foto: Joseph Scherschel.
Detenidos por el Ejército Rebelde en la capital. Foto: Joseph Scherschel.
Rebeldes parapetados en la azotea de un edificio de la Habana Vieja. Foto: Joseph Scherschel.
Guerrilleros durmiendo en el mezzanine del todavía Habana Hilton Hotel, posteriormente rebautizado Habana Libre. Foto: Grey Villet.
Primeras milicianas? Foto: Joseph Scherschel.
Prado y Neptuno, desde los altos del Hotel Sevilla. Foto: Grey Villet.
Entrada del Hotel Nacional, con personas que por su vestimenta y expresiones no denotan simpatía o rechazo al reciente triunfo revolucionario. Foto: Grey Villet.
Prado y Malecón. Atolladero de gente y vehículos, preparándose para una de las tantas manifestaciones que por esos días tuvieron lugar. Foto: Joseph Scherschel.
Estas fotos no las seleccioné por su calidad artística ni por su mensaje periodístico. Si no porque, en mi opinión, sintetizan ese sabor agrio que a partir de 1959 los nacidos en la República de Cuba incorporamos al dulzor que en nuestras bocas dejaba el hecho de ser "la metrópoli azucarera del mundo". Un mundo donde todavía el petróleo no nos quitaba el sueño y la palabra "terrorista",hasta ese momento, los cubanos sólo la habíamos utilizado para calificar a radicales del Movimiento 26 de Julio, quienes por conseguir sus objetivos no vacilaron en colocar y en una noche hacer estallar, cien bombas en parques, tiendas, cines y otros sitios públicos de la ciudad de La Habana, como en 2007 recordara Juan Escandell Ramírez, abogado cubano en el exilio http://cubanet1.securesites.net/opi/081007.htm
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