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sábado, 5 de julio de 2008

TABÚ E HIPOCRESÍA

Por Tania Quintero

Fidel Castro, su gobierno y su revolución, han convertido en un tabú los sentimientos de los cubanos hacia los Estados Unidos de América, pese a vivir en esa nación el mayor número de emigrantes y exiliados procedentes de Cuba.

Desde que nací, en 1942 y hasta 1959, Estados Unidos fue para mi y para mis familiares, vecinos, amigos, profesores y compañeros de estudios, el país más cercano. Y no sólo por los 90 kilómetros que nos separaban desde las costas matanceras hasta las floridanas, sino porque era nuestro principal socio comercial y porque la diferencia de idiomas nunca impedió que entre Cuba y Estados Unidos se desarrollara un importante intercambio cultural.

A Miami cualquiera podía ir de compras o de luna de miel y en busca de un futuro mejor, a Nueva York se marchaban miles de compatriotas, entre ellos músicos y peloteros. Tenían las puertas abiertas para salir y para retornar. En toda la Isla funcionaban escuelas para aprender inglés gratuitamente, y la hija de un barbero negro y comunista, como fue mi caso, por ocho pesos al mes estudió taquigrafía y mecanografía en inglés y español en una de las filiales que la Havana Business Academy tenía en la capital.

La moneda oficial era el peso, con la misma equivalencia del dólar estadounidense. No recuerdo a nadie nunca pagar con billetes de uno, cinco, diez, veinte o cien dólares, pero sí que paralelamente al menudo criollo circulaban monedas de 0.25, 0.10, 0.05 y 0.01 centavos. A las de veinticinco centavos les llamábamos "cuarter" (quarter) o "peseta de 25". Las moneditas de diez centavos eran de plata y con ellas muchas mujeres se hacían pulsos y aretes, les decíamos "dain" (dime). A las de cinco, "níquel" (nickle) y a las de un centavo, quilo prieto, aún hoy utilizado en trabajos de santería. Según una tradición habanera, tirar al mar quilos prietos reporta buena suerte, sobre todo si se hace desde una lanchita cuando se viaja a Regla.

Siempre he pensado que ese "antimperialismo feroz" de Fidel Castro es de dientes para afuera, producto del despecho que para él debió haber significado que el presidente Roosevelt nunca le enviara el billete de diez dólares que le mandó a pedir cuando era niño. Él y los principales cabecillas del Movimiento 26 de Julio tuvieron un gran aliado en los Estados Unidos, particularmente entre los emigrados cubanos. Después de cumplir siete meses en prisión, tras el fracaso del asalto al cuartel Moncada, a dónde fue Haydée Santamaría? A Miami. Desde esa ciudad, con frecuencia ella telefoneaba a su entonces marido, Armando Hart, preso en Isla de Pinos. Y desde Miami partió Haydée en el primer avión rumbo a La Habana, el 1 de enero de 1959, imagen que puede localizarse en números de archivo de la revista Bohemia.

Hasta se especuló que parte del dinero y las armas que los del M-26-7 reunían en Estados Unidos provenía de la mafia, la verdadera, de origen italiano, y no la inventada ahora por Fidel Castro y sus corifeos de las mesas redondas. Entonces los preparativos que los futuros guerrilleros de la Sierra Maestra hacían en territorio norteamericano eran vistos como continuación de los hechos por José Martí y otros luchadores por independizar a Cuba del colonialismo español. El dinero recaudado por los tabaqueros de Tampa siempre fue puesto como ejemplo de solidaridad entre cubanos de una y otra orilla.

La recaudación de dinero, medicinas, ropa y otras acciones que ahora realizan los cubanos residentes en Estados Unidos para ayudar a los disidentes en Cuba concita un sinnúmero de calificativos gubernamentales, desde "mercenarios" y "vendepatrias" hasta "anexionistas" y "provocadores".

Con su antimperialismo hipócrita, Fidel Castro y su revolución lo que han hecho es despertar aún más el interés de las nuevas generaciones de cubanos hacia Estados Unidos y todo lo que lleve el cuño Made in USA. Ese infundado odio castrista se ha convertido en un boomerang. El mal puede durar cien años, pero cuando llegue a su fin, los pueblos de Cuba y Estados Unidos volverán a ser lo que hasta 1959 fueron: dos pueblos amigos.

4 comentarios:

  1. Hola Tania. Leyéndote me parece estar oyendo a mi madre, que murió sin ver el fin de la pesadilla, pero que desde siempre me contaba todas esas verdades que hoy tantos quieren ignorar. Como decía una canción de una muchacha llamada Tanya, de la cual no sé qué habrá sido: "ese hombre está loco, se volvió loco, su mente lo ha llevado al precipicio de lo absurdo ....el creó un enemigo, que en realidad era amigo, solo un amigo más". Por entonces se dijo que la habían interrogado en Villa Marista. Luego hizo unas declaraciones de disimulo y la dejaron en paz, pero me parece que luego "escapó". Sigo leyendo tus crónicas de la música cubana, con las que estoy aprendiendo mucho. Gracias en nombre de todos los que no nos sabemos bien la historia, sino solo lo que nos han dejado saber. Un abrazo desde Asturias,

    Ana

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  2. Veo que perteneces a mi generación: la mal denominada generación puente, aquellos que nos pusieron ante los ojos una revolución que no hicimos y que teníamos conocimiento de lo que era una maltrecha democracia tropical.
    Interesante artículo
    Wesbri desde Miami

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  3. A Ana en Asturias, Wisbri en Miami y a la cubana residente en Venezuela, muchas gracias por leer el blog y dejar comentarios. Les deseo todo lo mejor, si alguno me quiere escribir, al final de mi curriculum está el correo.
    Tania Quintero

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  4. po favor a que se refieren con kilos prietos ya que lo he visto en muchas obras pero no se cual es su significado responder a camporosa@hotmail.com gracias

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