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domingo, 24 de febrero de 2008

TOTALMENTE NUBLADO

Por Tania Quintero

El domingo 24 de febrero el Instituto de Metereología pronosticaba para la ciudad de La Habana un tiempo parcialmente nublado. Muchos esperaban que a medida que avanzara la mañana y el sol saliera, en el Palacio de las Convenciones, donde se celebraba la primera sesión del parlamento cubano tras la renuncia de Fidel Castro, se iba a votar por los cambios que tanto Cuba necesita.

Pero no. Todo estaba ya cocinado: votaron por el continuismo y la sucesión dinástica. Cero relevo generacional, como muchos dentro y fuera de la Isla habían barajado en encuestas y quinielas.

Pocos apostaban por la reelección de Ricardo Alarcón, luego de la pésima imagen dejada en el debate con estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas, en un video que le diera la vuelta al mundo. Alarcón fue reelecto. De hecho, en la presidencia de la Asamblea Nacional del Poder Popular hubo un solo cambio: el secretario, Ernesto Suárez, fue sustituido por Emma Brito. Como vice repite Jaime Crombet.

El cargo de Raúl Castro como presidente del Consejo de Estado si estaba en la mayoría de las apuestas. Y hasta se especuló que debajo de la manga podría sacar una figura si no nueva, como Lage y Pérez Roque, al menos no demasiado añeja ni retrógrada. Algunos pensaron que podría llevar a primer plano a una mujer o un negro. Pero no. Raúl Castro decidió defraudar a todos los que decían que él era distinto a su hermano e iba llevar a buen puerto una serie de reformas económicas y permitir una cierta apertura política.

La única y gran sorpresa fue desempolvar a uno de los más recalcitrantes de la vieja guardia, a José Ramón Machado Ventura, de 77 años, a quien nombró primer vicepresidente del Consejo de Estado, o sea, su segundo al mando. Lage se mantiene en una de las vicepresidencias, al igual que Esteban Lazo y los militares Juan Almeida, Julio Casas y Abelardo Colomé, ministro del Interior.

Más que parcialmente nublado, el panorama se presenta totalmente nublado. Y los cubanos tendremos que seguir esperando a tiempos más claros y mejores.

jueves, 21 de febrero de 2008

CASTRO YA ES HISTORIA



Tras 49 años al frente de los destinos de Cuba, el legendario comandante único renuncia a su poder absoluto. La mayoría de los cubanos han recibido la noticia con indiferencia y no pocas dudas. Por ahora quedan muchas preguntas sin respuesta.

Por Iván García, desde La Habana, con fotos de Flickr

Fue una bomba. Aunque se sospechaba que de un momento a otro, en vísperas de la nueva integración del parlamento cubano, el 24 de febrero, Fidel Castro, 81 años, por problemas de salud abdicaría de sus cargos de primer ministro y al frente del Consejo de Estado, la noticia le puso los pelos de punta a no pocos en la Isla.

No era para menos. El 70 por ciento de la población cubana nació bajo el poder omnímodo del anciano guerrillero, un fósil de la pasada guerra fría que rigió los destinos del país como si fuese una finca familiar.

Castro estaba detrás de todo. Desde enseñar a leer a cientos de miles de analfabetos en 1960; llevar la salud y la educación gratuita al alcance de todos; elevar a Cuba como una de las diez potencias deportivas del planeta o introducir nuevos tipos de ganado, como Ubre Blanca, que aportaba más de cien litros de leche por ordeño, son quizás algunos de sus logros.

De sus errores y mal manejo de la economía se pudieran escribir varios tomos. Entrenó en la isla a guerrilleros de medio mundo. Llevó la subversión a varias naciones de América y Africa, con guerras costosas como las de Angola y Etiopía en 1975, pero antes en Argelia, Congo, Guinea Bissau, incluso en Asia. Los tanquistas cubanos intercambiaron duelo de artillería con tropas israelitas en 1973, durante la guerra de Siria con el estado judío.

Además de despilfarrar recursos que eran escasos en la exigua economía local, ya en 1962 había puesto a Cuba al borde de una guerra nuclear, cuando aceptó tropas y armas atómicas rusas en el territorio nacional. Para muchos fue un aventurero impredecible, para otros, el tipo bravucón que sacaba de quicio a los gringos. Tal vez ambas cosas. Eso sí, carismático y super locuaz. Mucha gente lo apoyó en esos primeros años y lo siguió a eventos que con el paso del tiempo se antojan verdaderas locuras.

Su magnetismo provocaba que las personas comunes en ese tiempo enviaran cartas al comité central del partido pidiendo ir a una "misión internacionalista". Fueron pocos los que se detuvieron a analizar los desvaríos de su líder. Si una mañana decía a sembrar plantas de café en las afueras de La Habana, allá iba la gente, a ritmo de conga. La economía fue su asignatura pendiente. Su mentalidad guerrillera no concebía que los niños necesitaban juguetes más de una vez al año y que una persona no era pequeño burguesa ni tenía flaquezas ideológicas por querer tener un blue jean, gustarle los Beatles o poseer dos pares de zapatos.

El comandante creaba planes tras planes, algunos descabellados, como el experimento en el poblado pinareño de San Julián, de fundar una sociedad comunista, y otros como los de inundar la isla de plátanos microjet en la etapa dura del período especial. Casi todos fracasaron o el líder máximo se aburría y pasaba al próximo proyecto. Su capacidad de inmiscuirse y querer saberlo todo es proverbial. Desde dirigir la guerra de Angola en una oficina de La Habana, hasta calcular la cantidad exacta de helados y bombones que tocaba a cada soldado en las trincheras africanas.

Ya en los últimos años hizo publicidad al chocolatín y ordenó repartir ollas arroceras y neveras a los cubanos, en un intento por disminuir el consumo eléctrico. Jamás en país alguno un presidente atendió tantos asuntos. Qusquilloso y ególatra, astuto y de mal carácter, Fidel Castro ya es historia. Sus partidarios son cada vez menos: 7 de cada 10 cubanos desaprueban su gestión.


En la mañana del 19 de febrero de 2008, la gente de a pie tomó con calma la noticia. Cansados de campañas revolucionarias, marchas y consignas, los cubanos dudan que el próximo presidente, que se espera sea su hermano Raúl Castro, de 76 años, no sea una continuación de su política. Es decir, más de lo mismo. Pero también hay un resquicio a la esperanza.

Algunos como Juan Oñate, 44, obrero, cree que aunque nada cambie, "al menos Raúl habla menos y no está presente tanto en la vida de los cubanos como Fidel".
Eso es algo. Otros como Olga Tápanes, 27, ingeniera, esperan "que Raúl mejore la situación alimentaria, que junto con el transporte son dos de los grandes males existentes en el país".

Los disidentes no son tan optimistas. Martha Beatriz Roque Cabello, presidenta de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, piensa "que todo no es más que una vulgar sucesión". Oswaldo Payá Sardiñas, gestor del Proyecto Varela, ve con cautela la nueva movida de Castro. Para los periodistas independientes Reinaldo Escobar y su esposa Yoani Sánchez, nada cambiará. "Están ganando tiempo, habrá intentos por mejorar la alimentación y calidad de vida de los cubanos", señalan, pero tienen dudas respecto a cambios profundos en la economía y en materia de derechos humanos.

Los hay esperanzados, como el economista Rogelio Ruiz, 53. Ruiz opina que el gobierno adoptará el modelo chino, flexibilizará los viajes al exterior, permitirá que los cubanos puedan alojarse en hoteles de primera y eliminará el CUC (siglas del peso cubano convertible), la moneda que representa a la divisa fuerte y la que posee valor real. De momento, Raúl Castro, que habla mal y poco, no ha dado muchas pistas.

Hace años dijo que los frijoles eran más importantes que los cañones. Y en el discurso del 26 de julio pasado, retomó el tema de la alimentación y alentó a aumentar la producción de leche fresca. También Raúl es consciente del problema de una economía regida por dos monedas, entre otros males. Pidió calma y alegó que el partido no estaba ajeno a esos fenómenos y lucharía por resolverlos.



Pero ya la calma escasea. Tras casi 50 años de pobreza material y penurias, la paciencia se agota y la desilusión aumenta. Las encuestas internas realizadas por el partido comunista reflejan que la popularidad de los hermanos Castro y de su sistema político cuenta con menos del 25 por ciento de apoyo de la población.

Este 19 de febrero pudiera ser el principio del fin. Sin embargo, para el cubano medio las buenas noticias siguen siendo la posibilidad de emigrar al extranjero o de que un familiar o amigo te pueda enviar 100 dólares, o mejor aún, 100 euros. Eso sí, la gente está consciente de que ya nada será igual después del supermartes cubano.

Todo parece indicar que Fidel Castro, siempre pendiente de fechas y simbolismos, escogió ese día para oficializar su renuncia porque un 19 de febrero, en el 2000, en Mangos de Baraguá, Manzanillo, el gobierno celebró una tribuna abierta dedicada al litigio por la devolución del niño-balsero Elián González. El acto concluyó con la lectura por el presidente cubano de un documento que quedó conocido como Juramento de Baraguá.

Si aquel acto marcó el inicio de la "batalla de ideas", ocho años después, en el mensaje publicado en el periódico Granma este19 de febrero, Castro confiesa que hubo que preparar psicológicamente al pueblo para su ausencia.

El trabajo de la maquinaria del partido para que los cubanos se acostumbraran a que Castro no era imprescindible, demoró año y medio, desde el 31 de julio de 2006 a la fecha.

Si los cambios que pronostican algunos optimistas dentro y fuera de la Isla se suceden a ese ritmo, entonces habrá que seguir esperando. Y si algo se sabe en Cuba es esperar.


miércoles, 20 de febrero de 2008

EL HURACÁN Y LA PALMA
Por Raúl Rivero

El desplazamiento, ahora oficial, de Fidel Castro del patrón de la televisión cubana y de la primera plana de todos los periódicos a la cama de un hospital no significa que él vaya a dejar de controlar la vida y la muerte de los hombres y mujeres de ese país. Se trata de un cambio de uniforme y de una permuta forzosa del puesto de mando.
El documento, con su renuncia anticipada a todos los cargos que ocupaba desde 1976, sólo ha servido para darle un carácter definitivo al proceso iniciado en el verano de 2006, cuando se anunció que estaba enfermo y cedía, de manera provisional, todas las jefaturas a su hermano menor, que va a cumplir ya 77 años.
A partir de ese momento, Raúl Castro, Carlos Lage y Ricardo Alarcón comenzaron a actuar como los reales conductores del Gobierno y del Estado. Siempre con discreción y siempre portadores de saludos y mensajes verbales del Comandante en Jefe, quien se recuperaba de sus dolencias y seguía al tanto del acontecer diario de la nación.

Los que conocen cómo se mueven los mecanismos del poder en la Isla, saben muy bien que allí, mientras Fidel Castro tenga un hilo de lucidez, nadie podrá tomar una decisión, ni firmar un decreto que no haya pasado ante la mirada del abogado oriental que nació en Birán, en agosto de 1926.

La disposición, publicada ayer con ruidos de tambores y lejanos agudos de cornetas chinas, a no aceptar el regreso a la cumbre, puede parecer un gesto altruista y racional de Fidel Castro. Pero no, estamos frente a un mandato de la naturaleza, al demorado paso del tiempo y a la debilidad congénita de la carne.

Su cuerpo -no su mente- lo condena a dejar la indumentaria militar y a deslizarse en las ligerezas de los pijamas y la ropa deportiva. Y es también su cuerpo quien lo obliga a bajarse de las tribunas, a bajarse de los Mercedes blindados y a separarse de las cámaras y los micrófonos. Es ésa la fuerza que dispone su regreso (un viaje directo a las regiones de la infancia) a la cama y al lápiz o al dictado, como elementos alternativos para que su voluntad marque todavía el presente y el porvenir de los cubanos.

Desde ese nuevo enclave ha decidido, hace 24 horas, expresar su voluntad. No hay que esperar la evolución de los ciclos que él mismo estableció. No es necesario que se reúna la Asamblea Nacional y se haga la votación de los delegados que el Partido Comunista ordenó que se eligieran. Ni siquiera eso hay que respetar.

Ha dado la primicia y enseña el desvío, la vereda que ha elegido para seguir al mando. El director ha dejado a alguien en el atril y le ha entregado su batuta usada, pero se ha llevado para un espacio que hay detrás del trombón mayor los papeles con la música de una sinfonía que rescribe en sus ratos de insomnios.

Para los cubanos, entrenados en las lecturas de los sótanos de los panfletos oficialistas, el mensaje está claro. Todo sigue igual. Las estructuras de poder están intactas. No hay vocación de cambio desde la cúpula.

La operación militar realizada el pasado fin de semana para sacar de Cuba a cuatro presos políticos es otra muestra clara.

Los disidentes, enfermos, con cinco años ya en los calabozos calientes de las cárceles criollas, viajaron desde sus sitios de origen (Oriente, Camaguey y Villa Clara) hasta el Combinado del Este, la gigantesca prisión pegada a La Habana. De allí, en un carro policial hasta la escalerilla del avión del Ejército del Aire de España que esperaba en la pista del aeropuerto José Martí.

Sus familiares, concentrados en una casa de la Seguridad del Estado desde el viernes, salieron también hacia la nave española, cerca de medianoche del sábado, y bajo un oportuno apagón que dejó en la oscuridad total al reparto donde está enclavada la residencia.

Estos hombres fueron deportados y así se lo hicieron saber los oficiales: Muy fácil, le vamos a dar la libertad extrapenal, pero tienen que viajar enseguida a Europa. ¿Lo toma o lo deja?

Las listas de prioridades de los presos en peores condiciones son muchas. Todas coinciden en que llegan a tres decenas las personas en estado crítico de salud.

No se puede hablar de cambios y nuevos caminos con más de dos centenares de hombres encerrados (algunos muy enfermos y en peligro de muerte) por el delito de trabajar pacíficamente por democratizar su país y pedir que se respeten los derechos humanos.

En el juego deplorable de anunciar aperturas en ciertos campos de la economía, en particular de la arruinada agricultura cubana, lo que puede verse, hasta el momento, es la intención de ganar tiempo -bajo el paraguas averiado de Hugo Chávez- para ver si después se le pide a Vietnam los originales de su capitalismo de Estado dirigido por los comunistas para sacarle una copia en el Palacio de la Revolución.

Gran parte de la oposición interna y otras zonas del exilio perciben en esos amagos la necesidad del Gobierno de ganarse el apoyo y la simpatía de Europa y de algunos organismos internacionales, para mantenerse en el poder sin hacer concesiones que debiliten su modelo totalitario.

Entretanto, la vida cotidiana, en los últimos meses, se ha hecho más pobre y más confusa porque la gente, con los nuevos plazos de esperanza de cambio, hace planes que la inmovilidad desvanece antes de que puedan soñarse los finales felices.

Así es que los únicos que han hecho una zafra en medio de estas incertidumbres provocadas, son los jefes y los traficantes de personas. Los jefes porque siguen donde han estado durante medio siglo: con una vida de ricos en un país miserable. Y los fatales balseros de lujo, porque se aprovechan de la desesperación de la familia dividida y ya, desde hace tiempo, llegan navegantes cubanos lo mismo a una playa de la Florida, a un playazo de México que a Tegucigalpa en un ómnibus destartalado. No hay cifras, ni se sabe a dónde van los que no llegan.

Ese aleteo fantasioso sobre el cambio promovido desde el Gobierno se hace más cruel porque se alimenta del hambre de grandes sectores de la población, de la frustración de la juventud de un país que quiere salir al extranjero a toda costa porque se niegan a repetir las existencias de sus padres y sus abuelos.

El texto en el que Fidel Castro renuncia a volver a sus cargos encaja muy bien en ese panorama. Es una escena más, escrita sobre la marcha, de la prolongada pieza teatral que ha sido para Cuba el socialismo con guaguancó.

Contiene el mismo ingrediente de ficción que él ha usado para presentarle la nación a los ingenuos y a los viajeros desapercibidos. Dice, por ejemplo, que Cuba es hoy una universidad, pero para la mayoría de los ciudadanos es una cárcel aunque en las noches se pueda respirar aire puro.

Su pesarosa descarga es serena porque tiene la conformidad del que sabe que no tiene la mano en alto para el último adiós. Se dirige a unos ciudadanos ideales y específicos, casi con sus nombres y apellidos, porque la verdad es que ya esta mañana, en los solares y los bateyes, en los cafetines de mala muerte y en las tertulias de los parques, el humor del hombre de la calle, que no tiene voz en los medios, se ha servido hasta el postre y el café con ese documento.

Creo que muchos observadores y, cómo no, personas bien intencionadas y que quieren lo mejor para Cuba, seguirán la rima de esta «reflexión del compañero Fidel». «No me despido de ustedes. Deseo sólo combatir como un soldado de las ideas», dice Fidel Castro a sus compatriotas.

Cada vez que leo esas líneas estoy seguro de que en alguna sabana de la Isla cae un rayo y parte en dos una palma real.

Raúl Rivero es periodista y poeta cubano en el exilio, columnista de EL MUNDO y autor de Vidas y oficios: Los poemas de la cárcel.

lunes, 18 de febrero de 2008

TODOS LOS CANDADOS



Hasta el momento de escribir estas líneas, sólo cuatro candados se habían abierto. Se esperaba que se abrieran tres más. Y que en total sean siete los cubanos que han podido dejar atrás el encierro al que los condenó un régimen hace rato condenado.

Por Raúl Rivero, que estuvo con ellos poco después de su llegada a Madrid, he sabido en las condiciones en que Pedro Pablo, Alejandro, Ramón y Omar, así como sus familiares, han salido de la patria donde nacieron y donde descansan los restos de padres y abuelos.

Una verdadera ignominia. No solamente los obligaron a irse a España, sino que lo hicieron como si fueran unos terroristas.

El tratamiento de las últimas horas fue absolutamente estalinista. Los llevaron directamente de la prisión Combinado del Este, en las afueras de la capital, hasta el avión militar enviado por el gobierno de España, y en el cual habían viajado dos funcionarios y dos médicos. No los pasaron por ningún salón del aeropuerto. Los condujeron al avión por una entrada de autos en la pista, directo a la escalerilla.

A los familiares los tenían incomunicados, sin teléfono, en una casa de visita de la Seguridad del Estado. A pesar de que ya la noche había caído sobre La Habana, en el momento de salir para el aeropuerto, quitaron la luz en la barriada donde se encontraban, para que nadie los viera.

Todo brutal. Con premura, porque el gobierno quería que Omar, Ramón, Alejandro y Pedro Pablo abandonaran definitivamente su país el domingo 17 de febrero de 2008.

Cuatro hombres nobles y buenos, sin más delito que el amor a la verdad. Cuba sigue perdiendo a sus mejores hijos y los cubanos ganando nuevos espacios de libertad.

Ni cuatro ni siete: todos los candados de las celdas donde se encuentran prisioneros políticos cubanos deben abrirse, incondicionalmente. Como en 1955 hiciera Batista con Fidel Castro y los asaltantes al Moncada: si ellos se fueron a México, fue porque querían ir a preparar una invasión. Pero nadie los obligó a abandonar su patria, de la manera como han hecho estos sicarios.

Tania Quintero
Lucerna

viernes, 15 de febrero de 2008

GIGOLÓS CUBANOS

Por Iván García, desde La Habana
Cuatro son los pasatiempos principales en la Cuba actual: beisbol, dominó, sexo y emigración. Pero de este ultimo hay infinidad de historias por contar. Los más increíbles y originales modos de escaparse del país han sido puesto en práctica por los cubanos. Lo mismo se han marchado en la cámara de un camión, que en el tren de aterrizaje de un avión. Dicen que dos hermanos estuvieron entrenando una pareja de caballos en el mar y que un grupo huyó en un auto convertido en embarcación y otro se fue en un submarino casero. De leyendas está marcada toda una generación de la diáspora desperdigada por el mundo.


Dispares motivaciones y sentimientos han movido a hombres y mujeres de diversas edades, razas, profesiones, y procedencias social. Gente muy disímiles se han unido en una misma huída. Al principio muchos se iban por su antagonismo con el régimen. Ahora lo hacen por necesidades económicas para tratar de ir mejor ellos y sus familias. La historia de los balseros merece un libro. Se calcula que uno de cada tres que ha intentado cruzar precariamente el estrecho de la Florida pereció en su empeño.

Fue precisamente el riesgo de esa vía lo que decidió a cientos de compatriotas a buscar formas seguras para salir del país. Una variante es la del jineterismo. Además de dólares, comida, ropa y distracción, la finalidad a corto o largo plazo es casarse con un extranjero y emigrar legalmente. Este éxodo se puede apreciar en el Consulado Español de La Habana que concede semanalmente unas doscientas visas, la mitad de ellas para mulatos casados con españolas, o para "pepes" que han contraído matrimonio con chiquillas que en ocasiones pueden ser sus hijas. De proseguir ese ritmo, al finalizar 1998, unas 5 mil parejas hispano-cubanas habrán sido formalizadas.

La cifra total de casamientos de cubanos con extranjeros es difícil de obtener porque se empatan con cualquiera, aunque los ciudadanos de las naciones capitalistas desarrolladas tienen preferencia. Otra modalidad es el aumento de compromisos entre homosexuales nacionales y foráneos. Es más costoso y complicado el trámite, pero se las arreglan para conseguir "cartas de invitación" y salir oficialmente. Suecia, Italia, Canada, España, son algunos países utilizados por gays y lesbianas para normalizar sus vínculos. A ellos se suman los pingueros, una variante surgida en los 90 que tiene entre los chicos de 14 años y los hombres de 30 su mayor exponente. Son menos selectivos y les da igual mirar a uno de su mismo sexo que a otro del opuesto. El problema es largarse del país. No importa hacia dónde, cómo, ni con quién. Tampoco temen contraer el Sida.

En ese abanico sexual surge el gigoló cubano, con un buen nivel cultural, buena presencia, acostumbrado a altos niveles de vida (muchos proceden de familias de reputación y currículum revolucionario). No son homosexuales. Como buenos cubanos, son machistas. Su objetivo son las extranjeras solteras. no importa si viejas o jóvenes, gordas o flacas, feas o bonitas. Lo importante es que tengan tarjetas de crédito y estén deseosas de disfrutar en la cama.

Con los requisitos primordiales cumplidos, comenzó la aventura de Manolo, 28, raza negra, y quien se autodenomina "diamante negro", por sus habilidades sexuales. Según Manolo, no hay límite de edad a la hora de tender la celada a sus víctimas. Los tipos como él suelen rondar los lugares donde se celebran eventos a los que asisten invitados internacionales. Otra táctica es sobornar carpeteros de los hoteles para que les informen de las turistas que se hospedan solas.

La primera dama "pescada" por nuestro gigoló fue en la Plaza de la Catedral, Habana Vieja. La venía siguiendo desde el Palacio de las Convenciones, a 15 kilómetros del lugar. La persecución dió su fruto. La muchacha, de 22 años, cayó rendida ante la verborrea de Manolo. Se trataba de una brasileña participante en un congreso de pedagogía. El idilio le hizo pedir una prórroga de estancia y gastar todos sus ahorros con el encantador "moreno". En el aire quedó la posibilidad de matrimonio. Al regresar a Brasil, su regreso comenzó a enviarle 150 dólares mensuales, y un par de meses después le mandó una "carta de invitación".

Pero Manolo decidió venderle el cajetín. Por un mapa se enteró que la brasielaña vivía lejos de Río de Janeiro, Sao Paulo o Minas Gerais. Residía casi en plena selva amazónica, en un estado de sólo 300 mil habitantes. Y él siempre soñó en grande: Londres, Paris, Madrid, Nueva York, o Berlín. "Si ella hubiera sido carioca, paulista o mineira, pero en esa selva, ¡p'a su escopeta!"., decía. Posteriormente tuvo varios affairs con británicas, suecas y holandesas. Todas en busca de placer y no les interesaba comprometerse, pues algunas eran casadas.

Como todo buen gigoló, nunca perdió las esperanzas. Y mientras aguardaba por su princesa, disfrutaba pletóricas jornadas en Varadero y Cayo Largo, tomando buenos tragos y comiendo como un gourmet francés. A veces pasaba sus apuros, como la vez que flirteó con una española que resultó ser una "etarra" y que andaba en busca de un cubano para casarse con él y asentarse en Cuba. Mario le zafó enseguida el cuerpo: no estaba para meterse en líos políticos ni policiales.

Sin nada fijo entre manos, pero con la mente siempre puesta en su objetivo, en diciembre de 1997 se las arregló para obtener una credencial del Festival de Cine Latinoamericano. En el Hotel Nacional conoció a una berlinesa de 38 años, guionista y realizadora. Con su "querida alemana" recorrió la Isla. Ella, enloquecida, derrochó dinero a diestra y siniestra para complacer a su insaciable amante. Su partida fue melodramática: se había enamorado apasionadamente de aquel "diamente negro". Tres meses después de su partida lo reclamó. Mensualmente le enviaba 400 dólares. Para que su amado viajara cómodamente le pagó un pasaje de primera en Lufthansa.

Antes de irse, Manolo confesó que uno de sus primeros "trabajos" será dejarla embarazada para asegurar su porvenir. Una vez "entretenida" con el mulatico, su meta sería buscarse otra alemana, sin importarle la edad ni la belleza, sino la billetera.. "Porque cuando yo cumpla los 40 quiero tener un Porsche, haber viajado a Nueva York y París y tener una casa propia". Se lo pidió a la Virgen de la Caridad, cuando la fue a visitar en su santuario, en El Cobre y le dejó 15 dólares de ofrenda. Y si de algo este gigoló está seguro es de que Cachita no lo defraudará:
(Publicado en Cubafreepress el 8 de mayo de 1998)

viernes, 8 de febrero de 2008

Del Benny y sus canciones

Por Tania Quintero




La mayoría de las cerca de 200 canciones del repertorio de Benny Moré fueron escritas por cubanos. Entre éstas se incluyen más de 20 por él compuestas: Ahora soy tan feliz; Amor fingido; Amor sin fe; Bonito y sabroso; Cienfuegos; De la rumba al chachachá; Dolor y perdón; Desdichado; Devuélveme el coco; Dolor carabalí; El brujo de Trinidad; Ensalada de mambo; Guajiro cubano (con Pérez Prado); Locas por el mambo; Mi amor fugaz; Mi saoco; Mamboletas; Mambolele; Qué aguante; Qué bueno baila usted; Rumbero de ayer; Santa Isabel de las Lajas; Se te cayó el tabaco; Soy tan feliz y Todo lo perdí.

El guitarrista, compositor, arreglista y director Senén Suárez (Matanzas 1922) ha realizado un acto de justicia al recordar a autores a quienes el Benny interpretó canciones y aún viven. El artículo se titula "Compositores radicados en Cuba que todavía escuchan las obras grabadas por el Benny", y el 14 de enero de 2008 fue publicado en Cubarte.

Estos compositores son Ricardo Pérez Martínez, Francisco Escorcia Bringas, José Artemio Castañeda Echevarría, Luis Mariano García, Mercedes Fernández, Rolando Vergara, Frank Domínguez, Enrique Benítez, Roberto Nodarse y Senén Suárez. Con excepción de Frank Domínguez, quien desde 1991 reside en Mérida, Yucatán, los demás continúan en Cuba.

Ojalá esos viejos compositores tengan un nivel de vida acorde a la trascendencia de su obra y por concepto de derechos de autor reciban el dinero que les corresponde y no tengan que depender de una jubilación de 200 o 300 pesos mensuales, equivalente a 10-15 dólares. Ojalá los dejen entrar y salir libremente del país y recibir aplausos de otros públicos, como al final de sus vidas recibieron Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Pío Leyva. Ojalá ningún otro compositor, intérprete o músico cubano, vuelva a ser abandonado y olvidado, como ocurrió con Carlos Embale, cantante del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, fallecido en 1997.

Que no se repita la historia de Frank Domínguez. Según Contacto Magazine del 3 de diciembre de 2001, "a pesar de su grandeza inevitable, el gobierno cubano, propietario de todos los medios de producción y servicios del país, incluida la industria discográfica, estuvo 30 años sin grabarle un disco, e inclusive envió a un grupo de comisarios de la cultura a evaluar la calidad musical de un hombre que en ese momento ya estaba en la historia de la música cubana. En 1980 Toña la Negra viajó a la Isla y al ver las condiciones en las que vivía el gran compositor, prometió no volver más a Cuba, y no volvió".

ALGUNAS CANCIONES

En la década de 1950, el Benny le grabó dos boleros a Ricardo Pérez Martínez (La Habana 1923), verdaderos éxitos. Uno de ellos, Tú me haces comprender, también conocido como Vida, lo podemos encontrar en una docena de discos, como En Vivo Radio Progreso 1955, lanzado por Sono Logic en 2002.



El otro bolero de Pérez Martínez, Qué te hace pensar, más conocido por Alma mía, aparece en varias grabaciones, entre ellas Beny Moré Unforgettables Boleros (Warner Music Latina 1999). En la voz del Bárbaro del Ritmo en este video:



Francisco Escorcia Bringas cumplió 90 años el 4 de diciembre de 2007. De su autoría son Rezo en la noche, que aparece en Benny Canta Boleros Vol. I (Egrem, 2006) y Cómo puedes pensar, en el Vol. II de la misma colección.



"Maracaibo" le puso el Benny a José Artemio Castañeda Echevarría, autor del popular changüí Maracaibo Oriental, que lo podemos encontrar en más de cincuenta discos, entre ellos Antología de la Música Cubana Beny Moré Éxitos de Siempre (Sony International, 2000).

En Historia Musical de un Ídolo (International Music, 1997) fue incluida la guaracha Cómo está mi conuco, de Luis Mariano García. A Mercedes Fernández, le cantó dos boleros: Busco tu olvido y No puedo callar, ésta última seleccionada por la española Martirio para su cd Primavera en Nueva York (2006).



De Rolando Vergara (La Habana 1926) el Benny a su repertorio incorporó No lo dejes para luego, que la encontramos en La Historia de Beny Moré, Vol. 3 (Dimsa-Orfeón, 2005). Vergara compuso también varios números para Los Zafiros.

De Frank Domínguez (Güines, Habana, 1927) es uno de los boleros más famosos del Benny: Mi corazón lloró. Una versión de la Orquesta Ceiba, formada por músicos latinos residentes en Francia, aquí .

Elena Burke (La Habana 1928-2000) fue la intérprete por excelencia de las canciones de Frank Domínguez, entre las cuales se encuentran Cómo te atreves, No pidas imposibles, Refúgiate en mí, Si tú quisieras, El hombre que me gusta a mí, Imágenes, Me recordarás y Tú me acostumbraste, en este video de You Tube en la voz de Andrea Bocelli.



Canciones de Frank Domínguez han sido interpretadas, entre otros, por Celia Cruz, Olga Guillot, Esther Borja, Fernando Alvarez, René Cabel, Doris de la Torre, Pacho Alonso, Frank Emilio, Pablo Milanés, Rubén Blades, Willie Colón, Tito Puente, José Feliciano, Lucho Gatica, Luis Miguel, Ana Gabriel, Lupita d'Alessio, Pedro Vargas, Braulio, Lola Flores, Sara Montiel, Martirio, Tom Jones, Mina, Doménico Modugno, Nicola di Bari, Caetano Veloso, Gal Costa, María Bethania, Nana Caymmí y, por supuesto, el propio Frank, acompañándose al piano.



A Enrique Benítez, miembro de su Banda Gigante, Benny le recreó Bombón de pollo, la cual encontramos en Oro Musical (Max Music, 1999), entre otras grabaciones. También a Benítez le cantó El conde negro, uno de los temas de La Reina y el Bárbaro, verdadera joya musical (Egrem, 1992).



Al compositor Roberto Nodarse, le interpretó Tumba, tumbador (The Very Best of Beny Moré, Disconforme, 2001) y a Pedro Castillo, No hay tierra como la mía (Benny Moré y Pérez Prado, Orfeón, 2001).

De Senén Suárez es una de los sones montunos más populares del Benny: Soy campesino, incluida en el disco Canto a mi Cuba (Egrem, 1996). Senén Suárez, entrevistado por la televisión cubana, aquí.



ANTEPASADOS

Bartolomé Maximiliano Moré nació el 24 de agosto de 1919 en Santa Isabel de las Lajas, municipio de la provincia de Cienfuegos, a unos 300 kilómetros al sureste de la capital cubana. En una modesta casa colonial, en el centro de Lajas, radica el Museo Municipal Benny Moré. La página, a veces demora en abrir, pero vale la pena tener paciencia y volverlo a intentar: ahí encontrarán las letras de casi todas sus canciones, así como sus autores. Al inicio, uno se entera de los antepasados del ídolo cubano, que por su interés les traslado, tomados de ése y otros sitios.

Se cuenta que Benny Moré desciende del rey de una tribu del Congo, a quien traficantes de esclavos le capturaron a un hijo de 9 años, Gundo. Ya en Cuba, Gundo es vendido a Ramón Paredes, propietario de una plantación cubana, y pasa ser identificado como Ta Ramón Gundo Paredes. Después, Ta Ramón, tatarabuelo del Benny, es vendido a Doña Susana Benítez, que debe haber sido una señora importante en Lajas, y finalmente al Conde Moré, dueño del central azucarero La Santísima Trinidad. Es cuando pasa a llamarse Ta Ramón Gundo Moré. Con Julia Moré, una esclava del Conde, Gundo tuvo una hija, a quien pusieron Julia. Ta Ramón Gundo Moré logró emanciparse y murió liberto a los 94 años.

Esa hija, Julia Moré, tuvo seis hijos con Simeón Armenteros, coronel del ejército mambí: Patricia, Bernabé, Tomás, Felipa, Chiquitica y Sofía. Patricia, la primogénita, no fue reconocida por el padre y llevaba el apellido Moré de la madre. De las relaciones que Patricia tuvo con un rico español, nacieron cuatro hijos: Ofelia, Felipe, Julia y Virginia Secundina. Ninguno fue reconocido por el padre, por lo cual todos se apellidaban Moré. A los 18 años, Virginia Secundina tuvo un hijo con Silvestre Gutiérrez, a quien pusieron Bartolomé Maximiliano. Él fue el mayor de 18 hermanos de una familia afrocubana, humilde y campesina.



Otros sitios recomendados: Lajas mi rincón querido y Herencia Latina.

DE SU DOSSIER

De las muchas y excelentes semblanzas, he seleccionado "Benny Moré, Cuarenta años sin su voz en vivo", del periodista cubano José Antonio Évora, Revista Hispano Cubana, 2004.

Fragmento de una entrevista de Charlie Bravo a Gorki, director de Porno para Ricardo:

G: Benny Moré, la canción cubana, la música tradicional cubana, me encanta.
CB: En mi opinión, el principal punk de Cuba fue Benny Moré.
G. Sí, por su proyección escénica, por su actitud.
CB: Y fue él quien le puso el apodo del Caballo al Barba...
G: Sí? No lo sabía, cómo fue eso?
CB: Le dijo al público que por ahí venía el Caballo, porque el caballo es el número uno en la charada china.
G: Tremendo tipo! Una vez conocí a Celeste Mendoza, la negra estaba sentada en la puerta de su edificio y yo venía con un amigo y me puse a cantar y a tocar las claves con ella... Bajó con una botella de ron y descargamos toda la noche.
(Entrevista completa, aquí )

"Showman inolvidable. Imagínense, hay una emisora de radio en La Habana que mantiene fijo un programa diario con la música de El Bárbaro del Ritmo", recuerda el periodista cubano Félix Contreras, autor del libro Yo conocí a Benny Moré (Editorial Plaza Mayor, 2003).



"La nostalgia de esa Habana -no la de Batista ni la de Castro, dos dictadores a quienes combatió sin cesar- sino la de Benny Moré y Virgilio Piñera, la de Bola de Nieve y Amelia Peláez, es la fuente inagotable de las ficciones de Cabrera Infante" (De un artículo de Rafael Rojas, escritor y ensayista cubano, El País, 7 de marzo de 2005).

El crítico Spencer Harrington escribe en Yahoo Music: "Beny Moré es el mayor intérprete de la música popular que Cuba ha producido. Piense en Frank Sinatra o Nat King Cole y tendrá una idea de lo que él significa y por qué en todas partes es recordado. Desde su muerte, no ha surgido en Cuba ningún vocalista que llene sus zapatos".

"La devoción que sentimos por Benny Moré, El Bárbaro del Ritmo, no es más que el sentimiento filial que hacia él nos une. Quienes participamos en el coloquio que tuvo lugar en Cienfuegos y Santa Isabel de las Lajas con motivo del aniversario 80 de su natalicio así lo sentimos", dice Guiller Vilar, crítico musical y director de radio, en Benny Moré: la fama no cae del cielo, septiembre de 1999 (artículo completo, aquí)



En La isla de los amores infinitos, de la escritora cubana Daína Chaviano (Grijalbo 2006), entre otros personajes aparecen Benny Moré, Rita Montaner, Freddy, La Lupe, Ernesto Lecuona y Joaquín Nin. El último capítulo se titula Hoy como ayer. Más sobre el libro y la autora aquí.

De las películas donde trabajó, las más recordadas son Al son del mambo (México, 1950) con Amalia Aguilar, Rita Montaner, Dámaso Pérez Prado y Juan Bruno Tarraza, y No me olvides nunca (Cuba, 1956) con Rosita Fornés, Armando Bianchi y Olga Guillot. Entre los filmes con bandas sonoras del Benny se encuentran Y aquí no pasó nada (1991); A fuego lento (1991); The Mambo Kings (1992); The Daytrippers (1996); Antes que anochezca (2000) y Una rosa de Francia (2006). En España sale en dos materiales televisivos: La Tierra de las Mil Músicas (2005) y De La Habana a Barcelona (2006).



En Cuba, el ICAIC le ha dedicado una cinta El Benny, de Jorge Luis Sánchez (2006) y cuatro documentales: Qué bueno baila usted, de Sergio Giral (1971); El Bárbaro del Ritmo, de Sergio Vejar y Constante Diego (1994); Con la misma pasión, de Constante Diego (2000) y Hoy como ayer (Santiago Alvarez, 2002). Rogelio París le rinde homenaje en Nosotros, la Música (1964). La última aparición del Benny en el celuloide fue en 1963, en el documental Saluts les cubaines, rodado en la Isla por la francesa Agnes Vardá (más datos aquí). Para la realización del documental, la Vardá contó con la colaboración de la cineasta cubana Sara Gómez (La Habana 1943-1974). Una amiga habla de Sara, aquí.

En 1956-57 Benny viajó por varios países, entre ellos Estados Unidos. Entre otras actuaciones, cantó con la orquesta de Tito Puente en el Hollywood Palladium de Los Angeles, en una presentación organizada por Lionel Chico Sesma, autor de la foto que hemos tomado de Herencia Latina. Sesma es considerado el primer difusor del mambo y el chachachá en Los Angeles, según este artículo de 2001 de Latin Beat Magazine. Probablemente en 1957 debe haber sido su actuación en la gala de los Oscar, acompañado por la orquesta del mexicano Luis Alcaraz, y de la cual no he encontrado más informaciones ni fotos.



INTERNET

La red está inundada de webs, blogs y foros de todo el planeta donde de una u otra manera Benny continúa presente. Es el caso de Razones y Significados, del colombiano Roberto Jesús Vallejo Jiménez. En un post titulado "Benny Moré... El Bárbaro del Ritmo... Monstruo de Monstruos", del 27 de mayo de 2007, Vallejo escribió: "Bartolomé Maximiliano Moré, mejor conocido en mi alma como el benny. Príncipe del Congo. Soldado Mambí. Fabricante de guitarras a los seis años. Ignorante musical, cantante natural. Magistrado de la Corte Suprema del Arte. Recibe su alternativa de manos de Miguel Matamoros. Se proclama LIBERTADOR al crear su Banda Gigante en respuesta a bembeos raciales del mítico Ernesto Duarte. Mi ídolo. Grande entre los grandes. Sus boleros son majestuosos. Me conmueven hasta en el celaje. Devoción Total!".

A continuación, Vallejo ofrece a sus lectores las pistas de tres superboleros, los tres de autores cubanos. El primero: Oh! Vida, de Luis Yáñez y Rolando Gómez. El segundo: Que me hace daño, de José Dolores Quiñones. Quiñones, valga decir, compuso otros números muy populares, como Los aretes de la luna, Camarera del amor, Vagar entre sombras y Vendaval sin rumbo. Y el tercero: La vida es un sueño, de Arsenio Rodríguez.



En un disco de lujo titulado Inolvidables Dúos Latinos (Caney, 1997), Benny canta La vida es un sueño con Pedro Vargas. El resto de los dúos y canciones: Me miraste y te miré (Machito y su hermana Graciela); Obsesión (Benny Moré y Pedro Vargas); Esta noche corazón (Benny Moré y Tony Camargo); Quiéreme mucho (Pedro Vargas y Libertad Lamarque); Lamento cubano (Miguelito Valdés y Graciela); Sin razón ni justicia (Benny Moré y Tony Camargo); La negra noche (Jorge Negrete y Pedro Vargas); Lágrimas negras (Miguelito Valdés y Olga Guillot); Solamente una vez (Benny Moré y Pedro Vargas); Hace un año (Pedro Vargas y Libertad Lamarque); Mucho corazón (Benny Moré y Tony Camargo); La Bayamesa (Miguelito Valdés y Graciela); Perdón (Benny Moré y Pedro Vargas); Encantado de la vida (Benny Moré y Lalo Montané); La sitiera (Miguelito Valdés y Olga Guillot); A media noche (Benny Moré y Lalo Montané); Traicionera (Pedro Vargas y Libertad Lamarque) y Oye una canción para ti (Benny Moré y Olga Guillot).



Que un colombiano sea conocedor y fanático del Benny es natural, pero que lo sea un albanokosovar, sí es noticia. Se trata del dibujante, escritor, músico, fotógrafo y periodista Gani Jakupa, exiliado albanokosovar hace tiempo residente en Barcelona. Junto con Miguel Jurado, Gani tiene una Music Comic Collection dedicada a cuatro grandes: el catalán Tete Montliu; el brasileño Vinicius de Moraes; el estadounidense Pete Seeger y el cubano Benny Moré.

NUEVE OPINIONES

El mejor exponente de la música cubana en todos sus géneros ha sido Benny Moré. El caso de Benny ha sido como el de Gardel en la Argentina, ni antes nació un Gardel ni después. Ni antes nació un Benny ni después tampoco. (Ramón Cabrera, compositor)

Aunque ya se haya ido, pienso que Benny Moré es un fenómeno del siglo. Un cantante de su categoría es insustituible. Como sonero, excepcional. Como rumbero, magnífico. Como improvisador, genial! (Miguelito Cuní, cantante)

No hay elogio posible, no hace falta, el tiempo se ha encargado de hacer crecer cada vez más su valor. Su vigencia aumenta, no decrece. Él hizo que el mundo, al mirar hacia él, mirara hacia nosotros. (Marta Valdés, compositora)

El Benny fue un prodigio entre nosotros, con su oído musical. Él se aprendía los números, los arreglos, todo lo tenía en su cabeza. Esos gestos que el Benny hacía, se los dictaba su ritmo interior y unido todo a una gran voz, una gran extensión. Jugaba con su inspiración en los montunos, era un prodigio. Además, dominaba su guitarra, nació para ser lo que fue, un verdadero artista. (Barbarito Diez, cantante)



Su estilo abrió un camino ignorado a nuestro canto y ritmo. Personalidad original, fue culminación de todo un sendero recorrido por el arte musical entre nosotros. Su voz, que recorría todo el registro vocal, tonalidades y tiempos, se doblaba en frases y gritos, acompañada de pasos bailables, creando una atmósfera envolvente. Pasaba de la interpretación de una canción tenue a un guaguancó casi sin transición, logrando en ambos calidad máxima. (Helio Orovio, musicólogo)

Cuando se hable de son en Cuba, ya el Benny es un clásico y se mantendrá toda una vida. Todo lo que él interpretaba lo hacía con una maestría tremenda. (José Antonio Méndez, cantante y compositor)

Benny Moré es uno de los casos únicos -como Rita, como Bola- que logró sumar en un estilo propio y original todos los elementos de la música cubana. Desde joven se vinculó a la cancionística tradicional, a los toques de grupos religiosos afrocubanos que se habían asentado en su pueblo; al Septeto de Miguel Matamoros, a la orquesta santiaguera de Mercerón y todas esas experiencias procesadas por su talento natural: buena voz, oído absoluto, equilibrio del ritmo, dieron como resultado un hecho musical superior a la media de cualquiera de las manifestaciones diversas que interpretó. (María Teresa Linares, musicóloga)

El Benny tenía una tremenda humanidad, una tremenda personalidad encima del escenario, un magnetismo que era una proyección distinta. (Pablo Milanés, cantante y compositor)



Joven todavía se nos ha ido Benny Moré. Después de todo, así hay que morir cuando se ha vivido intensamente y corremos el riesgo de dar en la vejez con la carne floja, los ojos cansados, la voz rota... Claudicación plena, pues un artista tan querido de su pueblo, que extrajo de la vida su más rico jugo y lo devolvió en ritmo y armonía, está bien que nos abandone en triunfo y nos deje el recuerdo físico y espiritual de su momento más lleno. Pero lo normal es lo otro; la caída lenta de una personalidad (y una persona) que se deshace, no en un fulgor, no en un relámpago, no "en la púrpura de una herida", sino en una entrega diaria e inexorable, en una sucesión de pequeñas muertes cotidianas, sin gloria y sin grandeza. Los dioses mueren jóvenes. (Nicolás Guillén, poeta nacional).

ADIÓS

Este trabajo es un modesto homenaje en ocasión del 45 aniversario de la desaparición de Benny Moré, ocurrida en La Habana el 19 de febrero de 1963. Se lo dedico a su familia, su pueblo y a todos los músicos y autores que actuaron con él o le compusieron, estén vivos o muertos, residan en Cuba o en el extranjero, así como a los intérpretes que lo han incorporado a su vida y su repertorio, como Oscar D'León. Dos menciones especiales, para el trombonista Generoso Jiménez (Cienfuegos 1917-Miami 2007), y para el pianista Lino Frías (La Habana ?-Nueva York 1983), autor de Matasiguaraya.

Benny Moré fue despedido con un rito funeral mayombero, con banderas para abrir los caminos y espantar los malos espíritus. Veánlo en el video del sitio Café Cubano:





FUENTES Y CRÉDITOS
  • Videos de You Tube y Café Cubano.
  • Pistas de Goear.
  • Fotos de Google Imágenes, Flickr, Herencia Latina, Egrem y El Güije, entre otros.
  • Datos discográficos de All Music y Egrem, entre otros.
  • Datos fílmicos de Internet Movie Database y Kimbara Cine Cubano Inc, entre otros.
  • Otros datos de Wikipedia, Son Cubano, Cubarte y Museo Municipal Benny Moré, entre otros.
El Cadillac de Beny Moré. En el museo de carros cerca de Santiago de Cuba. Foto tomada en Abril del 2003.

Auto de Benny Moré. Foto tomada de http://www.elguije.com

sábado, 2 de febrero de 2008

El boom de la Y


De 26 estudiantes destacados en los Juegos Escolares Nacionales del 2001, nueve tenían nombres que comenzaban con Y: Yoelvis, Yansy, Yoroemis, Yudelmis, Yenkler, Yoisel, Yordanis, Yisel y Yoima. Si me pidieran clasificarlos por sexo tendría dificultades, porque si alguna confusión causa el uso y abuso de la penúltima letra del alfabeto castellano es su asexualidad. Son nombres hermafroditos. En Cuba no es usual que un mismo nombre se ponga a hembras y varones. Entre los casos más conocidos se encuentran Marvin, Lourdes, Caridad, Nieves, Oderquis y los "masculinizados" Bárbaro, Margarito, Cecilio, Catalino y Carmelo.



Pregunté a 32 personas (16 mujeres y 16 hombres, todos adultos y mayores de 40 años) si ellos tenían idea de cuándo y por qué comenzó la moda de poner a los recién nacidos nombres más o menos complicados entre los cuales sobresalían los iniciados con Y. Ninguno me supo responder. Entonces podríamos especular que alguien, un buen día, decidió traer a primer plano la Ye o Y griega. Yolanda, Yara, Yamila, Yadira, Yamilé, eran nombres de uso frecuente antes de la explosión de la Y, letra, por cierto, que dos veces aparece en una de las orishas más veneradas por los cubanos: Yemayá, diosa del mar.


En los años de influencia de la Unión Soviética en Cuba, y motivado por el primer cosmonauta en la historia de la humanidad, Yuri Gagarin, el nombre de Yuri se volvió muy popular. No sé si en ruso existe el femenino de Yuri, pero en la Isla hay mujeres que se llaman Yurina, Yurena y Yurisel. O combinaciones estrambóticas como Yurisleidis. Infinidad de niñas y niños fueron inscriptos con nombres rusos: Irina, Larisa, Tamara, Tatiana, Nadia, Natasha, Raisa, Liuba, Galina, Valia, Katia, Katiuska, Svetlana, Ludmila, Lena, Iván, Serguéi, Mijaíl, Igor, Boris, Pavel, Dimitri, Sasha, Anatoli...


Esta tendencia, valga aclarar, se remonta a las décadas entre 1930 y 1950, en particular durante los años de la Segunda Guerra Mundial. La agresión nazi desató en Cuba y en el mundo olas solidarias hacia la URSS. Un ejemplo fueron mi madre y una tía, quienes al dar a luz en 1942, año de batallas decisivas en el frente soviético, escogieron nombres rusos para sus hijos. A mi me pusieron Tania y a mi primo, al no permitir el registro civil el nombre de Vladimir, lo inscribieron como Vladimiro. Más reciente es la decisión de padres cubanos de perpetuar en sus hijos dos apellidos sinónimos de comunismo bolchevique: Lenin y Stalin (un famoso boxeador se llama Stalin López).


En el medio artístico y cultural también proliferan las Yes, pero es en el deporte, particularmente en el béisbol, donde es fenomenal la avalancha de nombres con Y. Más de 60 peloteros de todos los equipos nacionales y decenas de atletas llevan Y en sus nombres. Dos de las atletas más internacionalmente premiadas exhiben dicha consonante: Yipsi Moreno y Yumisleidy Cumbá. A ese paso, en la delegación cubana a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, abundarán los deportistas "enyesados". Y a los chinos no les resultará demasiado difícil la pronunciación: tiene una fonética común en ese idioma.


Relación, incompleta, de nombres de uno y otro sexo con Y al inicio y en ocasiones al final: Yadel, Yael, Yaima, Yair, Yaiza, Yani, Yanis, Yanina, Yanira, Yanixán, Yaniset, Yanisleidys, Yanci, Yanelis, Yaneris, Yann, Yannel, Yanny, Yanni, Yalena, Yanger, Yaima, Yaimé, Yaimí, Yamil, Yamilka, Yamira, Yamary, Yasmar, Yasmari, Yasmine, Yasmany, Yasnay, Yasín, Yaricel, Yaritza, Yardén, Yelena, Yeni, Yenia, Yenima, Yenney, Yesenia, Yeray, Yerimen, Yisander, Yisleidys, Yoane, Yoani, Yoanis, Yoanne, Yoanny, Yoelbis, Yodelnis, Yohandry, Yohanky, Yosandra, Yosbal, Yosbel, Yosvani, Yordanis, Yorquis, Yovalis, Yumilca, Yunia, Yuniet, Yuniesky, Yuliesky, Yulieski, Yurisleidis, Yusiely, Yusimí y Yusmanis.


A esta lista habría que sumar varios nombres "nacionalizados": Yanet (Janet), Yanela (Janela), Yanuaria (Januaria), Yaser (Yasser), Yasmín(Jazmine), Yaván (Djavan), Yenifer (Jennifer), Yeremí (Jeremy), Yesabel (Getzabel), Yisel (Giselle), Yoana (Johanna), Yoel (Joel), Yohán (Johann) y Yonatan (Jonathan). Y también algunos tomados de otras lenguas: Yannick, Yaroslav, Yazid, Yegor, Yénora, Ylenia, Yves, Yoko, Yoshio, Yoshida, Yucef, Yung y Yusuf, entre otros. De los más llamativos: Yangsé, como el famoso río chino (aunque éste en castellano se escribe Yangtsé) así como los metafísicos Yin-Yang, que en cualquier momento los unen y a un recién nacido le ponen Yinyang. Desconozco si a alguna niña cubana sus padres decidieron ponerle Yerma, título de la famosa obra teatral de Federico García Lorca.


Es de imaginar los problemas causados por la ortografía y pronunciación de algunos de estos nombres: Yamary-Yamari, Yamila-Yamira,Yani-Yanis, Yanni-Yanny, Yanina-Yanira, Yanelis-Yaneris, Yang-Yann, Yasmar-Yasmari, Yasmani-Yasmany, Yaricel-Yarisel, Yoani-Yoanis y Yuniesky-Yuliesky.


El hecho de haber incluido en la relación nombres de seis mujeres conocidas y con edades próximas a los 35 años (Yanci, Yaimí, Yaricel, Yenima, Yoani y Yusimí), me hace pensar que la afición por la Y debe haber comenzado en la Isla en los 70, mas no puedo precisar el detonante. Mi nieta, nacida en 1994, también forma parte de la generación Y: se llama Yania. Mi otra nieta lleva la Y al final: Melany.


Los que sí parecen por el momento olvidados o relegados son los nombres tradicionales: María, Victoria, Mercedes, Alicia, Elena, Sofía, Manuela, Amparo, Cristina, Matilde, Carmen, Luisa, Laura, Leonor, Concepción, Dolores, Marta, Pilar, Olga, Teresa, Lidia, Sara, Josefina, Blanca, Aurora, Estrella, Soledad, Luz, Esperanza, Caridad, Pilar, Rosario, Margarita, Rosa, Azucena, Hortensia, Orquídea, Rosa y Gardenia, entre los femeninos, y Gabriel, José, Pedro, Juan, Orlando, Jesús, Jorge, Pablo, Francisco, Raúl, Fernando, Roberto, Moisés, Joaquín, Manuel, Carlos, Víctor, Hugo, Evelio, Armando, Rafael, Antonio, Gilberto, Felipe, Lorenzo, Andrés, Tomás, Luis y Julio, en el repertorio varonil.


Porque ni soñar con que alguien en Cuba -a no ser por un compromiso o una, promesa- le ponga a su hija Ernestina, Tomasa o Federica y a su hijo Rodobaldo, Emeterio o Filiberto. Lo que sí se mantiene es el deseo de innovar. Por ahí encontramos jóvenes "geográficos": Hanoi, Kenia, Nairobi, Namibia, Israel... Otros prefieren llevar a la realidad la predilección por artistas, cantantes y deportistas famosos: Luis Miguel, Ana Gabriela, Vanessa, Claudia, Elizabeth, Marilyn, Diana, Ronaldo, Rivaldo, Romario...


Ya aquella costumbre de que el bebé se llame como los padres o abuelos ha caído en desuso. También es cosa del pasado nombrarlos de acuerdo al santoral católico o al credo revolucionario. El boom de niños llamados Fidel, Raúl, Ernesto y Camilo ya pasó a la historia. Los compuestos van dejando de ser comunes: María de los Angeles, María Antonia, María Luisa, María del Carmen, Carmen Rosa, Ana Lucía, Carlos Manuel, José Antonio, Luis Alberto, Pedro Pablo, José Ramón, Juan José...


En la patria del antimperialismo ha cobrado fuerza la onda americanizante. Y si no se le pone Michael, se registra como suena: Maikel o Maique. Si se llama Ricardo se le dice Richard o Ricky; Danny a los Daniel; Tommy a los Tomás; Mark a los Marco, Marc Anthony a los Marco Antonio, Peter a los Pedro; Billy a los Guillermo, Henry a los Enrique y Albert a los Alberto.


De cualquier modo, ésos son nombres a los cuales se les puede aplicar el diminutivo y son traducibles. Pero en el caso de Yoroemis, ¿cómo decirle? ¿Yoroemisito? Y en el de Yumisleidy, ¿Yumisleidita? Tal vez lo abrevien y a la pequeña le digan Yumisita. O Yumi, más corto aún. En las Universiadas de Beijing 2001 los chinos fueron más prácticos: a la atleta Yumisleidy Cumbá, le decían Yu Cumbá. Fonéticamente quedó convertida en "yucumbá". No dudo que alguien lo encuentre original y si no se lo pone a una criatura, lo destine a un timbiriche de yuca frita.


A propósito: Juca (se pronuncia yuca) es un nombre muy común en portugués. Pero, hasta ahora, que yo sepa, a nadie en Cuba se le ha ocurrido inscribir con ese nombre a su hijo. Aunque tal vez sí con Yukari, sobre todo en estos tiempos, cuando las mangas japonesas han invadido el planeta. Aquí, la primera parte http://youtube.com/watch?v=qUc58kgl6hQ, la segunda http://youtube.com/watch?v=SWqLYzzSPi8&feature=related y la última http://youtube.com/watch?v=FOmCYS_J91Q&feature=relatedde un especial de la revista brasileña VEJA sobre los comics de grandes y almendrados ojos.


Este trabajo, escrito en La Habana a fines de 2001, fue publicado en http://www.cubaencuentro.com/ el 14 de enero de 2002. Seis años después, al no haber perdido vigencia, decidí actualizarlo y volverlo a difundir. Fotos de Google Imágenes y Flickr.