Querido Ricardo: Nos vimos por última vez en diciembre de 2002. Ni el tiempo ni la distancia han logrado empañar la amistad de Iván y mía hacia ti. Por ello queremos dedicarte un pedazo de nuestro blog, alegremente, porque ni la peor cárcel del mundo podrá acabar con tu optimismo. Siempre pensamos que habías nacido en la capital, y ahora fue que nos enteramos que viniste al mundo en Bauta, cuando La Habana era una sola provincia, así que eres habanero. Naciste en 1950, año en que llegó la televisión a la Isla. Y mira lo que en You Tube apareció, Ricardo, unos muñequitos de cuando tenías cinco años y ya ibas al kindergarten.
De todos tus trabajos, seleccionamos éste del 2000: Cuba S.A.
Buenas Noticias se titula el que Iván escribió cuando ya estabas preso, en 2003. Trae una foto donde apareces con Luis Cino, pero hemos querido agregar dos más: de un taller de la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling, impartido por Raúl Rivero, en tu domicilio. Raúl aparece de espalda, tu en primer plano, con camisa de cuadros. El mulato con pulóver blanco, es Jorge Olivera y el otro prieto, al fondo, es Iván. Y una foto del transporte urbano. Porque, Ricardo, pasábamos las de caín para desde el municipio 10 de Octubre llegar al de Playa.Para los que vivíamos en la Víbora, lo ideal era poder coger la 69 en Santa Catalina, que lo llevaba a uno directo hasta dos cuadras de tu casa, pero la mayor parte de las veces teníamos que coger la 100: pasaba con más frecuencia, pero tenía más público, porque hacía un recorrido mucho más largo.La 100 nos dejaba cerca del Comodoro, y de ahí a pierruli, hasta tu hogar. Con aquel sol y aquel calor, qué envidia daban los autos parqueados afuera del hotel!A continuación, el trabajo de Iván:
En 2006, Luis Cino recordó que era la tercera vez que pasabas tu cumpleaños en prisión:
http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/13a7.htm
A propósito de la Revista De Cuba, que Luis Cino menciona en su crónica, tu sabes de dónde es la imagen que conseguí? Del sitio oficial del Minrex! Ricardo, como en las prisiones hay una serie de restricciones, esperamos no haya problemas para enviarte unos bolígrafos, una libreta para que sigas escribiendo poemas, dos paquetes de galleticas de chocolate,seis pulóveres blancos, sin ningún logotipo, para que puedas usarlo en la celda,
y este libro que lo hemos seleccionado con sumo cuidado, para que lo dejen pasar y puedas leerlo. Seguro te va a gustar, pues es de historia, aventuras e intrigas de la España corrupta y decadente en tiempos de Felipe IV. En él encontrarás personajes como Calderón de la Barca, Quevedo y Lope de Vega. La novela fue adaptada al cine y el capitán Alatriste fue interpretado por el actor Vigo Mortensen.Entre tantos autores hispanos nos decidimos por Arturo Pérez-Reverte porque es contemporáneo contigo: nació en 1951, en Cartagena, España. Después de dos décadas como reportero en distintos medios, en 1994 decidió dedicarse a la literatura.Hubiéramos preferido enviarte Territorio Comanche, pero corríamos el riesgo de que no te lo hicieran llegar: es un relato descarnado de lo vivido por Pérez-Reverte cuando fue corresponsal de guerra en la ex-Yugoslavia. De la literatura pasamos a la música.
A tu hijo David, quien pronto cumplirá 20 años, le dedicamos Impacto, una de las últimas canciones de Daddy Yankee. Para Daniel, tu otro hombrecito, el trailer de Harry Potter y la Orden del Fénix.A Rocío, la niña de Álida, la promoción en español de Shrek III
A tus hermanas y otros familiares, esta canción de Celia Cruz y Willy Chirino:
Y para ti y Álida, un clip de You and I, de Michael Bublé, cantante canadiense por muchos considerado el nuevo Frank Sinatra.
De todos tus trabajos, seleccionamos éste del 2000: Cuba S.A.
Buenas Noticias se titula el que Iván escribió cuando ya estabas preso, en 2003. Trae una foto donde apareces con Luis Cino, pero hemos querido agregar dos más: de un taller de la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling, impartido por Raúl Rivero, en tu domicilio. Raúl aparece de espalda, tu en primer plano, con camisa de cuadros. El mulato con pulóver blanco, es Jorge Olivera y el otro prieto, al fondo, es Iván. Y una foto del transporte urbano. Porque, Ricardo, pasábamos las de caín para desde el municipio 10 de Octubre llegar al de Playa.Para los que vivíamos en la Víbora, lo ideal era poder coger la 69 en Santa Catalina, que lo llevaba a uno directo hasta dos cuadras de tu casa, pero la mayor parte de las veces teníamos que coger la 100: pasaba con más frecuencia, pero tenía más público, porque hacía un recorrido mucho más largo.La 100 nos dejaba cerca del Comodoro, y de ahí a pierruli, hasta tu hogar. Con aquel sol y aquel calor, qué envidia daban los autos parqueados afuera del hotel!A continuación, el trabajo de Iván:
En 2006, Luis Cino recordó que era la tercera vez que pasabas tu cumpleaños en prisión:
http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/13a7.htm
A propósito de la Revista De Cuba, que Luis Cino menciona en su crónica, tu sabes de dónde es la imagen que conseguí? Del sitio oficial del Minrex! Ricardo, como en las prisiones hay una serie de restricciones, esperamos no haya problemas para enviarte unos bolígrafos, una libreta para que sigas escribiendo poemas, dos paquetes de galleticas de chocolate,seis pulóveres blancos, sin ningún logotipo, para que puedas usarlo en la celda,
y este libro que lo hemos seleccionado con sumo cuidado, para que lo dejen pasar y puedas leerlo. Seguro te va a gustar, pues es de historia, aventuras e intrigas de la España corrupta y decadente en tiempos de Felipe IV. En él encontrarás personajes como Calderón de la Barca, Quevedo y Lope de Vega. La novela fue adaptada al cine y el capitán Alatriste fue interpretado por el actor Vigo Mortensen.Entre tantos autores hispanos nos decidimos por Arturo Pérez-Reverte porque es contemporáneo contigo: nació en 1951, en Cartagena, España. Después de dos décadas como reportero en distintos medios, en 1994 decidió dedicarse a la literatura.Hubiéramos preferido enviarte Territorio Comanche, pero corríamos el riesgo de que no te lo hicieran llegar: es un relato descarnado de lo vivido por Pérez-Reverte cuando fue corresponsal de guerra en la ex-Yugoslavia. De la literatura pasamos a la música.
A tu hijo David, quien pronto cumplirá 20 años, le dedicamos Impacto, una de las últimas canciones de Daddy Yankee. Para Daniel, tu otro hombrecito, el trailer de Harry Potter y la Orden del Fénix.A Rocío, la niña de Álida, la promoción en español de Shrek III
A tus hermanas y otros familiares, esta canción de Celia Cruz y Willy Chirino:
Y para ti y Álida, un clip de You and I, de Michael Bublé, cantante canadiense por muchos considerado el nuevo Frank Sinatra.
Bueno, creo que llegó la hora de despedirnos. Con un fuerte abrazo y este trabajo de Raúl Rivero, que como él nos pidió lo hemos colocado entre dos "bolerones".
LA POESÍA NO PUEDE CON LA MUERTE
Por Raúl Rivero
A Ricardo González Alfonso,
preso en el hospital del Combinado del Este Los poetas se mueren como todo el mundo, con más miedo a olvidar que a que los olviden. Con los ojos cerrados, el corazón sin ritmo, la sangre detenida y negra y un asombro previsto, una desolación cantada y una evadida soledad que se retrata en crispaciones invisibles para el ojo clínico.
Un poeta preso es el que se muere diferente. Los poetas presos suelen morir de unas patologías que prodigan los dictadores y los dictadores hallaron esos males en sus noches de angustias por amor al poder.
De manera que está fácil la asociación: los dictadores son directamente los asesinos de los poetas. Ellos inician, entonces, su viaje al purgatorio, de noche, sin plegarias, sin equipajes, con unas músicas en el sitio donde tuvieron la memoria que utilizan a manera de ceremonia de extrema unción.
Del jergón y la celda, sin despedirse, al purgatorio. Se sabe, desde hace muchos años —pregúntenle a Lichy Diego por el viaje que hizo de ida y vuelta—, que los poetas van al purgatorio porque en esa estación de la eternidad no hay jefes.
En el infierno, gobierna entre llamaradas Lucifer (él tiene los celulares de todos los dictadores), y Dios, en los silencios gloriosos del Paraíso, conduce sus rebaños entre nubes gaseosas en excursiones que no terminan nunca, ni van hacia ningún lado, pero son dulces y serenas y el horizonte se ve muy cerca de los cuatro puntos cardinales.
Los poetas atraviesan los portalones sin trámites porque se consideran víctimas del odio. Los tormentos que sufrieron no se deben a sus pasiones ni sus vicios. Se deben a las obsesiones de los dictadores que suelen ser muchas y dañinas, pero se resumen todas en la obsesión del poder absoluto.
Por eso no hay obstáculos para los soñadores cuando llegan a la comarca sin director ni códigos, que dicen que es el purgatorio. Los reciben allí otros poetas asesinados por otros dictadores y se entra con naturalidad en el vacío que debe ser, de todas formas, un porvenir volátil sin los hijos, ni los amigos, ni la mujer que se ama. Una perpetuidad a la que le faltará, sin dudas, la lectura, la brisa, el agua fresca, las noches que son patrias —ya se ha dicho—, los bolerones tristes, panecillos, el patio con su sombra y su humedad y la ilusión que tiene siempre un poeta de escribir una canción de libertad.
LA POESÍA NO PUEDE CON LA MUERTE
Por Raúl Rivero
A Ricardo González Alfonso,
preso en el hospital del Combinado del Este Los poetas se mueren como todo el mundo, con más miedo a olvidar que a que los olviden. Con los ojos cerrados, el corazón sin ritmo, la sangre detenida y negra y un asombro previsto, una desolación cantada y una evadida soledad que se retrata en crispaciones invisibles para el ojo clínico.
Un poeta preso es el que se muere diferente. Los poetas presos suelen morir de unas patologías que prodigan los dictadores y los dictadores hallaron esos males en sus noches de angustias por amor al poder.
De manera que está fácil la asociación: los dictadores son directamente los asesinos de los poetas. Ellos inician, entonces, su viaje al purgatorio, de noche, sin plegarias, sin equipajes, con unas músicas en el sitio donde tuvieron la memoria que utilizan a manera de ceremonia de extrema unción.
Del jergón y la celda, sin despedirse, al purgatorio. Se sabe, desde hace muchos años —pregúntenle a Lichy Diego por el viaje que hizo de ida y vuelta—, que los poetas van al purgatorio porque en esa estación de la eternidad no hay jefes.
En el infierno, gobierna entre llamaradas Lucifer (él tiene los celulares de todos los dictadores), y Dios, en los silencios gloriosos del Paraíso, conduce sus rebaños entre nubes gaseosas en excursiones que no terminan nunca, ni van hacia ningún lado, pero son dulces y serenas y el horizonte se ve muy cerca de los cuatro puntos cardinales.
Los poetas atraviesan los portalones sin trámites porque se consideran víctimas del odio. Los tormentos que sufrieron no se deben a sus pasiones ni sus vicios. Se deben a las obsesiones de los dictadores que suelen ser muchas y dañinas, pero se resumen todas en la obsesión del poder absoluto.
Por eso no hay obstáculos para los soñadores cuando llegan a la comarca sin director ni códigos, que dicen que es el purgatorio. Los reciben allí otros poetas asesinados por otros dictadores y se entra con naturalidad en el vacío que debe ser, de todas formas, un porvenir volátil sin los hijos, ni los amigos, ni la mujer que se ama. Una perpetuidad a la que le faltará, sin dudas, la lectura, la brisa, el agua fresca, las noches que son patrias —ya se ha dicho—, los bolerones tristes, panecillos, el patio con su sombra y su humedad y la ilusión que tiene siempre un poeta de escribir una canción de libertad.
Al que escribio este articulo: tengo en alta estima a los presos de conciencia y, como tantos otros que sobre nuestros presos de conciencia he leido, este tambien me ha tocado. Como, entonces, poder ayudarlos, a los presos de conciencia; a hacerles menos miserable e infernal su vida en prision?
ResponderEliminarA mi me gustaria, por ejemplo, mandarles no solo articulos, sino algun dinero en efectivo para su alimentacion y sus necesidades intelectuales.
Si eso es posible, ayudarlos desde aqui, contactenme a torresdiaz@gmail.com, por favor.