miércoles, 15 de agosto de 2007

JINETERAS POR MONEDA NACIONAL
Por Iván García

La típica imagen de jineteras por el malecón habanero a la caza de turistas ya forma parte del paisaje cubano. Tan es así que cantores, literatos y pintores han hecho alusiones a ellas en sus obras.

Lo peor de todo es que este fenómeno se ha arraigado en nuestra sociedad. Necesidad, penurias, deseos de marcharse del país. Incluso para estar a la moda hay cubanas que se han dedicado a la conquista de extranjeros. Ahora la “plaga” se ha extendido. Y el ingenio popular las ha bautizado de jineteras nacionales, porque ofrecen sus servicios en moneda nacional.

Aunque por su figura y belleza no se pueden comparar con sus colegas dolarizadas, han tenido gran aceptación. Su zona de operaciones comenzó por los barrios marginales, pero se fue extendiendo a los alrededores de agromercados, clubes nocturnos y sitios céntricos de la ciudad.

La tarifa fluctúa entre los 50 y 150 pesos, de acuerdo al tipo de “trabajo”. Andrés, 36, camarero, aclara que “la masturbación y la felación es más barata: no suele sobrepasar los 20 pesos”.

Tras varias décadas de revolución, estos casos son inéditos. Para el cubano actual, las mujeres de tan antiguo oficio estaban prácticamente vedadas, pues la nueva prostitución, instaurada por las llamadas jineteras era por dólares. Pero la acuciante situación económica ha hecho cambiar de moneda y de cliente a las damas de vida fácil.



Y con fuerza han irrumpido en la vida local. Según Antonio, 42, desempleado, “están compitiendo con los homosexuales”, los que en el caso de la capital, deambulaban por el Parque Central y por el Paradero de la Víbora, entre otros lugares. A Ricardo, 19, panadero, ya se le han acercado algunas de estas rameras, “pero todavía cobran muy caro”. Juan, 54, taxista particular, piensa que es un precio coyuntural “y se pondrán a dos pesos, igual que antes del 59”.

Yaumara, 30, abogada, opina que el problema es inquietante. “Es triste ver cómo hemos cedido terreno en la conquista de derechos de la mujer. La cubana de hoy se ha desarrollado mucho. Si la actualidad me preocupa, el futuro me horroriza”. Yaumara cree que con leyes severas, incluidas las penales, no se logra nada porque “la necesidad es más fuerte que el temor a estar entre rejas”.

La edad de estas prostitutas nacionales va desde los 12 hasta los 50 años: niñas con serias situaciones familiares y mujeres que viven como gitanas, sin hogar fijo. Maritza, 26, médico, asegura que aumentarán los índices de enfermedades venéreas “pues la situación higiénica es precaria”.

Al preguntársele a los entrevistados cómo se podría revertir la situación, sus rostros denotaron perplejidad, aunque todos coincidieron en que la aguda crisis económica por la que atraviesa el país es la causa principal del reinicio de una prostitución que los gobernantes creían haber desterrado para siempre. Y son de la opinión de que en un nuevo gobierno este mal se multiplicaría, ya que es un problema mundial que afecta tanto a los países ricos del Norte como a los pobres del Sur.

(Publicado el 23 de octubre de 1998 en www.cubafreepress.org)



2 comentarios:

  1. Esto lo dice todo: “Es triste ver cómo hemos cedido terreno en la conquista de derechos de la mujer. La cubana de hoy se ha desarrollado mucho. Si la actualidad me preocupa, el futuro me horroriza”.
    Me causa dolor ajeno, que Dios se apiade de las jineteras ya que el estado no vela por un euqilibrio social. Respiro profundo apreciada Tania.

    Un abrazo para tí Desde mi blog: Reflexiones al desnudo

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