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domingo, 20 de septiembre de 2009

Visto lo visto

Por Tania Quintero

Revisando imágenes sobre Cuba en Flickr, en la Galería de Luz de Noche encontré varias fotos de Ernesto Guevara que nunca había visto. De ellas seleccioné tres, que deben haber sido tomadas entre 1959 y 1962. En la primera, el Che capta una instantánea o simplemente mira por el teleobjetivo de una cámara bastante moderna para la época. El de los espejuelos y barba, es Carlos Rafael Rodríguez, líder del Partido Socialista Popular.


En la segunda, prefirió sentarse en la mesa de una asamblea donde el emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas fue colocado entre la bandera cubana y una gran tela roja con la hoz y el martillo. El barbudo detrás es Antonio Núñez Jiménez, entonces capitán del Ejército Rebelde y muy vinculado al argentino.


En la tercera y última, aparece junto a Núñez Jiménez, probablemente en la recién nacionalizada Cubana de Acero (antigua American Steel). La niña es la primogénita del Che, Hilda Guevara Gadea.


Estas fotos no tuvieran mayor importancia si no fuera porque entre marzo y abril de 2008 desde Cuba comenzaron a llegar noticias sobre la fiebre consumista desatada por la venta de reproductores de dvd y celulares, entre otros.


La "fiebre" no duró mucho: el 26 de julio, desde Santiago de Cuba, Raúl Castro decidió bajarla (su discurso, aquí). Las efectistas medidas con que Castro II quiso "saludar" su nombramiento presidencial, el 24 de febrero de 2008, fueron muy publicitadas en el exterior y bien recibidas por los cubanos poseedores de divisas en la Isla. Pero el descubrimiento de esas fotos del Che me hicieron recordar el propósito de Fidel Castro de hacer del cubano un "hombre nuevo".


Visto lo visto, los estímulos materiales han derrotado a los morales. Y el Hombre Nuevo patrocinado por Fidel Castro se ha esfumado. No en una noche de luna llena en la Sierra Maestra. Ni siquiera en el muro del Malecón. Hacía tiempo venían evaporándose, pero terminaron de esfumarse en las "shoppings" surgidas cuando él despenalizó el dólar, el 26 de julio de 1993, también celebrado en Santiago de Cuba (aquel discurso, aquí).


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