PRECURSORES EN INTERNET
Por Tania Quintero

Acerca del periodismo independiente cubano todo está por escribir. Pero en este breve artículo solicitado por Katrin Evers, de Reporter ohne Grenzen, filial de Reporteros sin Fronteras en Alemania, quisiera resaltar que cuando en septiembre de 1995 comenzó a funcionar la agencia Cuba Press, dirigida por Raúl Rivero, no podíamos imaginar que una década después nos encontraríamos entre los primeros periodistas cubanos en colocar textos en internet.

Algunos de esos textos eran vivencias y testimonios, por lo cual también puede afirmarse que, sin saberlo, estábamos inaugurando la era de la “blogalizacion” o colocación de diarios en internet, los ahora famosos blogs.

Ningún estudioso de la realidad cubana puede prescindir de leer páginas electrónicas dedicadas al periodismo independiente cubano (www.cubanet.org, www.cubaencuentro.com y www.sipiapa.com, entre otras). Un cubanólogo encontrará en ellas informaciones que difícilmente hallaría en sitios de la prensa oficial cubana. Pongo un ejemplo.

El 8 de febrero de 2005 Cubanet publicaba un trabajo del periodista independiente Juan Carlos Garcell, de la Agencia de Prensa Libre Oriental. Desde Holguín, provincia situada a unos 800 kilómetros al este de La Habana, Garcell reportaba la liberación de Diana Rojas, de 18 años. Diana había sido novia de uno de los tres jóvenes negros fusilados en Cuba en 2003, después de un intento fallido de secuestrar una embarcación para dirigirse a Estados Unidos.

La muchacha tenía 16 años cuando fue arrestada y condenada a dos años de privación de libertad por el “delito” de desahogar públicamente su dolor. Fue liberada a los veinte meses.

Uno no se enteraría de una noticia como ésta si no fuera por esos hombres y mujeres que a diario desafían al aparato represivo de Fidel Castro y se las ingenian para hacer llegar al mundo lo que esta pasando en su país.

Muy pocos de los que informan desde Cuba han estudiado comunicación y algunos nunca han recibido un curso mínimo sobre técnicas de redacción. El periodismo, ya se sabe, se aprende escribiendo. Pero esa realidad no disminiye su mérito ni el valor de sus noticias, casi siempre enviadas en condiciones muy precarias y bajo el riesgo constante de ser detenidos y sentenciados a largas penas de cárcel.

Es triste decirlo, pero la mayoría de los periodistas independientes cubanos no sólo carecen de grabadoras, cámaras fotográficas, teléfonos-fax, celulares, computadoras y acceso a internet, sino en innumerables ocasiones no tienen papel, sobres, presillas, bolígrafos. Y por qué no decirlo: también necesitan ropa, zapatos y dinero para realizar su arriesgada labor.

Lucerna, Suiza, 15 de febrero de 2005